Profundo desasosiego para los ruandeses expulsados de Níger

7/01/2022 | Crónicas y reportajes

ruanda_mapa_cc0-4.pngOcho ruandeses que fueron transferidos por las Naciones Unidas de Arusha a Níger, se encuentran sumidos en el desconcierto más total tras haber sido forzados por el gobierno de Níger a abandonar el país antes de 7 días. Su traslado a Níger se produjo después de pasar largos años de detención durante los cuales la ONU buscó en vano un asilo para esas personas absueltas por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) o tras haber purgado sus condenas. ¿Qué es lo que se esconde detrás de esta expulsión imprevista, cuando esas personas solo llevan tres semanas en Níger?

¿Quiénes son esos ruandeses?

  • 1. Zigiranyirazo Protais: cuñado del presidente Juvénal Habyarimana; fue Prefecto durante 10 años de la provincia de Ruhengeri; condenado por genocidio en 2008 y absuelto en 2009 en apelación.
  • 2. Nzuwonemeye François-Xabier: comandante del Batallón de Reconocimiento
  • 3. Nteziryayo Alphonse: teniente-coronel, antiguo prefecto de Butare
  • 4. Muvunyi Tharcisse: teniente coronel, antiguo comandante de la Escuela de suboficiales de Butare.
  • 5. Ntagerura, André: ministro de Transportes y Comunicaciones en 1994, juzgado por el “affaire” Cyangugu. Absuelto en apelación en 2006
  • 6. Nsengiyumva Anatole: teniente coronel; comandante del sector operativo de Gisenyi
  • 7. Mugiraneza Prosper: antiguo ministro de la Función Pública; absuelto en apelación en 2013
  • 8. Sagahutu Innocent: capitán ; comandante adjunto del batallón de reconocimiento.

Todos estos ruandeses estaban detenidos en Arusha para ser juzgados por el TPIR por su presunta implicación en el genocidio y otros crímenes en Ruanda. Entre ellos los hay que fueron absueltos y otros que purgaron las penas. Pero todos permanecieron casi en detención ya que buscaban la posibilidad de unirse a sus familias en diversos países europeos o americanos o ir a otros países que los aceptaran.

¿Cuándo y cómo llegaron a Níger?

Estos ruandeses fueron transferidos a Níger desde Arusha (Tanzania) en virtud de un acuerdo entre la ONU y Níger. Todo ello fue confirmado por el Presidente del Mecanismo de los tribunales internacionales, el juez Camel Agius, que declaró que el traslado se había efectuado de conformidad a un acuerdo entre la ONU y el gobierno de Níger el 11 de noviembre de 2021.

Dicho acuerdo estipula que Níger les concede el estatus de residente permanente. Cada uno de los ruandeses recibe una subvención única de la ONU de 10.000 dólares. La ONU paga también el alojamiento durante el primer año; después de este periodo podrán retomar una vida normal. El acuerdo establece también que Níger “no puede de ninguna manera reenviar a Ruanda o a otro Estado” a dichas personas.

Las autoridades de Níger, el 23 de diciembre, han retirado a estos ruandeses los permisos de estancia con el pretexto de “corregir algunos errores”; no han podido salir de sus casas, rodeadas de militares. El 27, el Ministerio del Interior ha emitido una orden de expulsión, dando un plazo de siete días para que abandonen el país. ¿Qué hay detrás de este cambio?

¡Ruanda amenaza a la ONU y a Níger!

Níger invoca razones diplomáticas con relación a esta expulsión. ¿Qué razones diplomáticas? En un artículo publicado el 13 de diciembre en el progubernamental New Times de Kigali titulado « Ruanda pide aclaraciones sobre el traslado de detenidos del ex-TPIR” pueden entreverse la razones diplomáticas insinuadas por la orden ministerial de Níger.

La representante ruandesa en la ONU, Valentine Rugwabiza, ha solicitado aclaraciones a la ONU y a Níger ya que el traslado de los ruandeses a Níger no le fue comunicado. Pregunta si los gastos del traslado y reinstalación de los ruandeses está previsto en el presupuesto del Mecanismo de los tribunales internacionales y expresa la esperanza de que “Níger garantizará que nadie utilice su territorio para la subversión”, añadiendo que entre los transferidos hay pruebas de que algunos ya están implicados en acciones subversivas tras haber sido liberados por el tribunal de Arusha. En el artículo de New Times se expresa claramente que la voluntad del gobierno ruandés es que esos ruandeses sean llevados a Ruanda.

Todo indica que Níger ha sido intimidado por recibir a criminales que podrían utilizar su territorio para realizar maldades y que la ONU es criticada por utilizar abusivamente su presupuesto en favor de personas que ya no están a su cargo. Más allá de esto, puede también que haya una mano invisible detrás de la decisión de expulsión; se sospecha que existe una presión de algunos dirigentes franceses sobre Níger, que necesita del apoyo francés en la lucha contra los extremistas islamistas.

Conclusión

Las consecuencias de la orden de expulsión son enormes. Tanto los expulsados como sus familias están asustados, sumidos en total desconcierto. Ven posible que sean trasladados a Ruanda, donde sin duda les esperaría un calvario y una segura persecución. La BBC ha preguntado a Innocent Sagahutu si estarían dispuestos a ir a Ruanda, caso de que la ONU así lo determinara. Sagahutu ha respondido que la ONU sabe perfectamente que no pueden aceptar ir a Ruanda; que el gobierno ruandés llama a todo el mundo genocida incluso a personas que han sido absueltas por los tribunales; que no pueden admitir ser esclavos en su propio país; que cuando haya un buen gobierno en Ruanda regresarán al redil. Sagahutu dice que están en manos de la ONU, que han contratado a un abogado, ya que ellos poco pueden hacer al estar encerrados en casa y rodeados de soldados.

Léoncie Ntagerura, ruandesa residente en Francia y esposa de André Ntagerura, ha declarado en la Voix d’Amérique que ella también se ha extrañado y que no ha sido informada para nada. Desconoce los motivos que han llevado a Níger a decidir la expulsión, pero que es evidente para ella que Ruanda está detrás de la situación. “Afortunadamente están en manos de la Naciones Unidas » (…) « si no pueden llevarlos a Arusha », « podrían traerlos a la Haya, entonces estarían en paz”.

El gobierno de Kigali busca intimidar y humillar a todos los antiguos miembros o dignatarios del gobierno de Habyarimana, a todos los que en general pertenecen a esa época, mostrándoles, estén donde estén, que han sido vencidos y que no pueden huir a ningún lugar.

La decisión de Níger de expulsar a los 8 ruandeses pone en evidencia la importante diplomacia ruandesa que podría lograr la anulación de un acuerdo entre la ONU y un país.

La ONU: una obligación humanitaria

La Carta de la ONU del 24 de octubre de 1945 así como y sobre todo la Declaración Universal de Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948 son herramientas, o mejor aún, instrumentos para garantizar los derechos humanos. Pero lo que ha hecho Níger no solo viola el Acuerdo que firmó, sino que también está en profunda contradicción con el espíritu de la ONU: garantizar los derechos humanos. Es por este motivo que los Tribunales de la ONU se apresuraron a tomar el caso para intentar poner en orden la confusión o el caos provocado por la Orden nigeriana de expulsión de 8 ruandeses. Así que con fecha del pasado jueves 30 de diciembre, a pesar del período de licencia, el juez presidente del Mecanismo Internacional llamado a ejercer las funciones residuales de los Tribunales Penales, Carmel Agius, ordenó a Níger suspender la Orden de Expulsión y autorizar a las Personas. permanecer en su territorio, de conformidad con los términos del Acuerdo de Reasentamiento, a la espera de la sentencia definitiva de este caso.

Erasme Rugemintwaza

Fuente: The Rwandan

[Traducción y edición, Juan Luis Iribarren]

[CIDAF-UCM]


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