Introducción

En la noche del 7 al 8 de noviembre de 2021, tropas fuertemente armadas invadieron y ocuparon las colinas Tchanzu (Tshanzu) y Runyonyi en el territorio de Rutshuru (Kivu Norte). Estas colinas, situadas en la frontera de tres países (RDC, Uganda y Ruanda) están muy pobladas y, también, en ellas estaban ubicadas dos posiciones militares de las FARDC (fuerzas armadas congoleñas). Más de 10.000 civiles desprotegidos y la mayoría vulnerables (mujeres, niños y ancianos) franquearon la frontera ugandesa huyendo de los agresores, ya que estos venían de Ruanda, sin embargo más próxima; las FARDC, evidentemente, estaban en territorio de la República Democrática del Congo (RDC) y trataban de contenerlos. Por todo ello, lógicamente, si el ataque hubiera venido desde Uganda, la población que huía de los disparos y obuses de los asaltantes se habría refugiado en Ruanda.

Cabe recordar que este grupo armado, el M23, creado y apoyado por Paul Kagame, tras haber conquistado y ocupado Goma, capital de Kivu Norte, se había disuelto y sus componentes se habían replegado en Uganda y Ruanda (en 2013). Contrariamente a los que fueron acogidos en Uganda, cuadros políticos y mandos militares que fueron consignados en lugares bien conocidos y bajo control, los mandos que se replegaron en Ruanda (los más numerosos y exclusivamente tutsi) se beneficiaron de un trato y de un estatus especial; son considerados como VIP y viven en villas acomodadas en Kigali, Ruhengeri-Musanze y Gisenyi-Rubavu, mientras que los combatientes se han mezclado con las tropas del ejército regular, que, incluso, les ha cedido algunos cuarteles entorno al parque de los volcanes. Es aquí donde permanecen en stand-by como militares del ejército ruandés para llevar a cabo acciones en cuanto Paul Kagame con un chasquido de los dedos se lo ordene para responder a alguna urgencia que solo él conoce. Una vez ya en el parque (de los Virunga), tras franquear la frontera con la RDC, se convierten de nuevo en M23, ¡ni visto ni conocido! El ataque de Tchanzu y Runyoni del 7 al 8 de noviembre entra en esta lógica.

¿Cómo Paul Kagame logra siempre semejantes golpes sin ser inquietado?

Desde su conquista militar de Ruanda en 1994, Paul Kagame está bien aconsejado por los poderosos lobbies que dirigen el mundo y que lo habían escogido para instalarle en el poder en Ruanda y de rebote en África central y del este. Estos lobbies le garantizan la impunidad por sus actos y violaciones que podrían acarrearle graves sanciones. Los mismos lobbies velan para que sus crímenes no sean denunciados en los grandes medios de comunicación internacionales que pertenecen o están controlados por esos mismos lobbies. Esos lobbies le muestran cómo salir del apuro cada vez que se encuentra en mala situación política o diplomática. En este sentido, le indican las acciones que debe realizar para hacer maniobras de diversión y le señalan el momento adecuado.

La situación de primeros de noviembre de 2021: un momento propicio para Paul Kagame para realizar acciones de diversión.

• El presidente de la RDC, Félix Tshisekedi, es actualmente presidente en ejercicio de la Unión Africana hasta febrero de 2022. Como tal, tiene interés en aparecer como un jefe de Estado dedicado a la unidad africana y mediador en los conflictos. No es el momento para él de protestar, aun en el supuesto de que su país se vea agredido o humillado por uno de sus vecinos.
• Los poderosos lobbies que han creado y que apoyan a Paul Kagame son los mismos que han puesto condiciones al mismo Félix Tshisekedi para que sea aceptado como presidente de la RDC, incluso sin haber sido elegido; le recuerdan en consecuencia que entre esas condiciones ha aceptado mantener un perfil bajo frente a Paul Kagame y no protestar nunca contra su ocupación, directa por sus “Special Forces” o por grupos armados interpuestos del este de la RDC.
• La renovación del mandato de la MONUSCO, que se debate en el Consejo de Seguridad de la ONU, sea cual sea, su reordenación y despliegue están decididos. Así pues, es un buen momento para llevar a cabo una acción militar que escaparía a esos molestos testigos.
• Paul Kagame ha vendido sus soldados como mercenarios en Mozambique y con ello ha neutralizado la SADC, que no se pone de acuerdo para condenarle en caso de agresión de un país miembro. Idem con relación a la Comunidad Económica del África Central (CEEAC) y a la Conferencia Internacional sobre la Región de los Grandes Lagos (CIRGL), a causa de los mismos mercenarios vendidos a Touadera en Centroáfrica, siguiendo el ejemplo de los rusos, los únicos de los que se habla. ¡Son los medios de los lobbies pro Kagame los que hablan de esos “malvados mercenarios rusos” que operan, sin embargo, al lado de los “buenos y simpáticos soldados de Kagame”!
• En este último trimestre de 2021, la opinión mundial, en lo que a África se refiere, está absorbida por la guerra en Etiopía. En consecuencia, las otras acciones en otros lugares pueden pasar inadvertidas; así pues, es un buen momento para los agentes de los poderosos lobbies, como Kagame, para consagrarse a su juego de desestabilización de los vecinos, señalados por esos lobbies.

En conclusión

Es evidente que la resurrección del M23 por parte de Paul Kagame es una nueva jugada que acaban de soplarle/sugerirle sus poderosos lobbies y buenos consejeros que controlan los medios: es un buen momento para soltar una liebre como maniobra de diversión. La constatación es alarmante: a la vista del cúmulo de dossiers engorrosos contra Kagame, hasta esos lobbies tienen serios problemas para disimularlos y justificarlos. Está el “affaire” Paul Rusesabagina. Están luego las ejecuciones extrajudiciales (Rushaki, en Byumba- Cyanzarwea Gisenyi), las detenciones masivas de periodistas y opositores en octubre de 2021, justo en el momento en que celebraba una reunión de ministros de la Unión Europea y de la Unión Africana. Aunque, como de costumbre, la Unión Europea no se ha atrevido a decir ni palabra, su credibilidad y coherencia ha recibido un golpe, ya que esos crímenes se han cometido en su presencia.

Así pues, era necesario que Kagame buscara, aconsejado por sus lobbies, cómo desviar la atención, aunque fuera al precio de la sangre de congoleños, que, a ojos de Kagame y de sus lobbies, no valen gran cosa. De ahí la réplica, si bien efímera, del M23, aunque, de paso, ello produjera muertes y desplazamientos de congoleños.

¡Qué triste!

Emmanuel Neretse

Fuente: Musabyimana.net

[Traducción, Juan Luis Iribarren]

[CIDAF-UCM]

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