Los habitantes de Auchi, en el estado de Edo, en Nigeria, organizaron a finales del mes pasado tres días de protestas pacíficas para denunciar la inseguridad que sufren, con abundantes secuestros, especialmente de religiosos, que en ocasiones se han saldado con la muerte de las víctimas.
Una de las participantes en las manifestaciones declaró a ACI África que “El hambre nos está matando y la inseguridad la está empeorando. Si tuviéramos seguridad, podríamos cultivar y alimentar a nuestras familias. Pero ahora vivimos con miedo constante”. Mientas que otro solicitaba una mayor presencia de las fuerzas de seguridad: “El gobierno debe aprobar e implementar la política antipastoreo para que nuestros bosques sean desalojados de estos criminales”.
La sociedad local apunta directamente a los pastores fulani: “Los terroristas fulani están invadiendo casas. Derriban puertas y secuestran a personas de sus propias habitaciones. Esto demuestra un fracaso total de la seguridad en nuestra región”.
Clement Anaedevha, director de la Comisión de Justicia, Desarrollo y Paz (JDPC) de la Diócesis de Auchi, señaló como esta inseguridad está afectado a los religiosos locales y, además, puede hacer surgir el odio étnico: “Los sacerdotes han sufrido un trauma inmenso, asesinatos, secuestros y agresiones. El miedo y la inquietud se han apoderado de la comunidad. Si esto continúa sin control, podría desencadenar un brote de violencia en represalia”. Añadió: “Hay confusión en el ambiente, y esa confusión puede generar caos. La gente podría tomarse la justicia por su mano”.
Un sacerdote presente en las manifestaciones declaró ““Secuestran a nuestros sacerdotes y exigen rescates exorbitantes. ¿De dónde esperan que saquemos tanto dinero? Suponen que los sacerdotes tienen conexiones adineradas, pero la verdad es que todos estamos pasando apuros”.
Fuente: George Nwachukwu – Agencia de noticias RECOWA-CERAO (RECONA)
[CIDAF-UCM]