Jay Polly, el rapero ruandés más adulado muere en la cárcel

9/09/2021 | Opinión

La triste noticia se produjo en la mañana del pasado jueves. La juventud melómana ruandesa está entristecida. Pero, esta muerte en la cárcel resucita el espectro de las almas “muertas” en las cárceles ruandesas.

JAY POLLY, su verdadero nombre es Joshua Tuyishime, es un rapero de 33 años que se ha impuesto sin gran dificultad en la escena de la música ruandesa desde hace unos 15 años. Pertenece a la generación de Tom Close, Rafiki, Butera Knowles, King James, Dream Boyz, etc. Pero esta telentosa juventud que va a revolucionar la música ruandesa orientándola hacia los aires del Hip Hop, R&B, AfroBeat… no ha estado al abrigo del Mal ruandés: el etnicismo. Recuérdese el primer trofeo Primus Guma Guma Supert Start (PGGSS), una campaña publicitaria de Bralirwa para promocionar la música ruandesa, que fue atribuido tendenciosamente a Tom Close, tutsi, cuando era Jay Polly, hutu, el que lo merecía. Para cerrar el debate que corría el peligro de resucitar los viejos demonios étnicos, el segundo trofeo le fue otorgado a Jay Polly.

Jay Polly ha muerto casi en la cárcel, ya que pasó 30 minutos solamente en el hospital de Muhima, a donde llegó casi muerto. Así pues, ha fallecido mientras estaba detenido; lo estaba desde el abril de 2021 tras haber sido detenido en una fiesta en su casa, en un periodo en el que las fiestas estaban prohibidas debido a las medidas preventivas contra el coronavirus; se dice que en dicha fiesta circulaban estupefacientes, pero su hermana lo desmiente. (…)

El comunicado oficial emanado por el Servicio Correccional Ruandés (RCS) dice que Jay Polly había consumido en prisión una bebida a base de alcohol (normalmente utilizadas por los detenidos después del afeitado), mezcladas con agua y azúcar. Pero su muerte resucita el espectro de las desapariciones en las cárceles ruandesas. Recuérdese la muerte del cantante de góspel Kizito Mihigo, que fue encontrado colgado en su celda. Su muerte se atribuyó al suicidio. Resucita también las muy numerosas muertes (varios centenares) desde diciembre de 2020 en la superpoblada cárcel de Muhanga. Esta espantosa mortalidad según Médicos Sin Fronteras (MSF) es la consecuencia no solamente de enfermedades debidas a la exigüidad y a las condiciones de las celdas, sino también a las heridas infectadas y a los golpes.

Cabe recordar que el antiguo director de la oficina de Kagame, Kalisa Mupende, murió en la cárcel militar tras ser condenado a 10 años por corrupción; lo mismo que la muerte del médico personal de Kagame, Emmanuel Gasakure, que fue abatido cuando estaba detenido. Ha habido muchas personas abatidas en los calabozos alegando siempre que querían evadirse, cuando estaban esposados. Las cárceles ruandesas se convierten en “moritorios”; así que antes de ingresar en ellas conviene hacer el testamento.

Jay Polly, que desafió y superó todas las taras étnicas de la sociedad ruandesa para imponerse como un verdadero ruandés, ya no está entre nosotros. En Tweeter puede leerse: “Nuestra leyenda ha desaparecido”; “Tú nos has dado buenas vibraciones con tu música”; “Jay Polly es para mí 2Pac de Ruanda”; “Siempre se dirá que es él el que sembró el amor al Hip Hop en la juventud ruandesa”. Su amiga Kessy Kayonga no se lo puede creer; pierde a un amigo cuya imagen es la de un hombre siempre contento, altruista. Yo añado: “RIP, JP”.



Erasme Rudemintwaza

Fuente: The Rwandan

[Traducción, Juan Luis Iribarren]

[Fundación Sur]


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