Los votantes en Guinea han ejercido su derecho a votar en un referéndum disputado y unas elecciones parlamentarias marcadas por las violentas protestas y la pandemia del coronavirus. El presidente del país, Alpha Conde, propone un cambio en la constitución para codificar la igualdad de género e introducir otras reformas sociales, sin embargo la oposición teme que el verdadero motivo sea restablecer los límites del mandato presidencial, permitiendo que el presidente de 82 años se postule para un tercer período en el cargo a finales de este año.

Tras el comienzo de la votación a las 08:00 GMT, un grupo de jóvenes atacó un centro de votación en una escuela en Ratoma, un suburbio de la capital, Conakry, siendo repelidos por la policía desplegada afuera tal y como ha confirmado un reportero de una agencia de noticias de la AFP y otros testigos. En otra escuela cercana se destrozó el equipo de votación. Desde octubre, los guineanos han protestado en masa contra la posibilidad de que Conde amplíe su control sobre el poder. Al menos 31 personas y un policía han fallecido según los informes.

Originalmente programado para el 1 de marzo, Conde pospuso el referéndum tras las críticas internacionales a causa de unos 2,5 millones de nombres dudosos incluidos en el censo electoral del país. El gobierno asegura que ahora ha eliminado los nombres problemáticos tras la insistencia de un equipo de expertos del bloque de Africa Occidental (CEDEAO). A pesar de ello, la oposición de Guinea sigue dudando de la credibilidad del voto.

Cellou Diallo, ex Primer ministro y jefe del principal partido de la oposición, la Unión de Fuerzas Democráticas de Guinea (UFDG), aseguró que el proceso de limpieza del censo electoral había sido opaco y es «una mascarada electoral», afirmando que la lista no reflejaba al electorado. Su partido, así como los otros grandes partidos de oposición, están boicoteando tanto el referéndum como las elecciones parlamentarias.

Fuente: Aljazeera

[Edición y traducción, Patricia Fernández Blanco

[Fundación Sur]