Senegal se ha convertido en una escala crucial para la cocaína que se mueve desde América del Sur hacia Europa, consolidándose como un punto estratégico en el comercio internacional de cocaína. En abril, las autoridades aduaneras senegalesas realizaron una incautación significativa de cocaína cerca de la frontera con Malí. Este incidente es uno de los muchos que subrayan el creciente papel de Senegal en el tráfico global de drogas. Expertos advierten sobre las repercusiones en la salud pública, la seguridad y la economía del país.
A pesar de esto, el consumo de cocaína dentro del país ha disminuido a niveles históricamente bajos, consolidando su función como un nodo de tránsito en lugar de un mercado consumidor. En Dakar, el consumo de cocaína ha caído drásticamente en las últimas décadas, mientras que el tráfico hacia mercados extranjeros se ha vuelto cada vez más atractivo para los traficantes.
Amado Philip de Andrés, representante regional para África Occidental y Central de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), comentó que «las incautaciones de cocaína en África Occidental han aumentado notablemente entre 2019 y 2024. Senegal y otros países de la región están viendo un incremento en el tráfico de drogas«. Entre 2019 y 2022, Cabo Verde incautó más de 17 toneladas de cocaína, además, en marzo de 2024, más de 10 toneladas fueron confiscadas en el Golfo de Guinea. Países del Sahel, como Burkina Faso, Níger y Malí, también han registrado incautaciones récord, sugiriendo un papel creciente en el contrabando hacia Europa. Ante este escenario, la UNODC está trabajando estrechamente con los países de la región para fortalecer las medidas de control fronterizo y combatir el tráfico de drogas.
Autor: Robert Adé
Fuente: DW
[Traducción y edición, Bruno Rodríguez]
[CIDAF-UCM]
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