El presidente Edgar Lungu, tuvo que recurrir al fondo estatal de pensiones para pagar a los trabajadores del sector público. Las reservas de divisas son una preocupación, ya que el gobierno comenzó el año con poco más de 1.500 millones de dólares en reservas, tan solo un poco más que la deuda presupuestada. El año pasado, Zambia pagó casi toda su deuda externa con las reservas, casi un billón de dólares. A los inversores les preocupa que no haya un plan para revertir la situación y el gobierno parece estar subestimando el costo del servicio de la deuda.

Los bancos locales, por su parte, se están alejando de los préstamos al gobierno, de ahí la incursión en los fondos de pensiones. El contratista surcoreano Daewoo ha paralizado el envío de herramientas en el proyecto del puente Botswana-Zambia. Los contratistas chinos de carreteras han detenido su trabajo. La privatización y la venta de otros activos ahora pueden ser la única opción de Zambia.

Los expertos dicen que los pagos iniciales del 15% que se suponía que Zambia debía contribuir al capital para los proyectos chinos se tomaron en préstamo, pero no se pagaron en su totalidad a los contratistas según lo previsto. La reacción política por no pagar a los funcionarios a tiempo puede ser políticamente desastrosa para el partido del Frente Patriótico gobernante, y parece que no hay ninguna solución a la vista.

Fuente: theafricareport

[Edición y traducción, J. Martín]

[Fundación Sur]

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