Cerca de mil mozambiqueños fueron detenidos en Sudáfrica y serán deportados, en una operación de «caza de inmigrantes ilegales» que cogió al gobierno por sorpresa, según ha señalado el jefe de la diplomacia de Maputo.
El Sr. Baloi declaró, en rueda de prensa, que la operación en el país vecino, acabó con el arresto de 947 mozambiqueños, de los cuales 420 fueron repatriados el viernes y el resto lo será en los próximos días.

Según el ministro mozambiqueño de asuntos exteriores «esta acción del gobierno sudafricano nos ha cogido totalmente por sorpresa. Esperábamos que después de los ataques xenófobos, habría un poco de calma y se buscarían medios para resolver el problema de fondo, que es el de la inmigración ilegal». Así mismo el ministro lamentó que, «a continuación, se produjo una segunda oleada de detenciones en una operación conjunta de las fuerzas armadas, la policía e inmigración.

El Gobierno ya había reactivado el centro de tránsito de Boane, en la provincia de Maputo, que recibió a lo largo del mes de abril de abril a la mayoría de los ciudadanos repatriados durante la crisis de violencia xenófoba en Sudáfrica contra los inmigrantes africanos, de la misma forma el gobierno intenta evacuar de la forma más rápida posible a los 527 ciudadanos detenidos en el centro de deportación de Lindela en el país vecino, ya que «las condiciones no son las mejores, por decirlo de una manera suave”.

«Es una situación que nos preocupa, porque de repente tenernos que lidiar con un gran número de mozambiqueños, que fueron en busca de una vida mejor, no de la manera más adecuada, lo hicieron de forma ilegal, pero lo cierto es que este regreso está siendo un gran problema «, señaló el Sr. Baloi.

«Debido a la gravedad de la situación y a las consecuencias que conllevará de hoy en adelante, porque hoy son 947, pero hay más de dos millones de mozambiqueños en Sudáfrica – no sabemos su situación, pero sin duda serán inmigrantes ilegales – la idea es continuar trabajando para controlar este retorno y que los impactos negativos se reduzcan al mínimo «, señaló el jefe de la diplomacia de Maputo, anunciando una reunión bilateral entre los gobiernos de ambos países, sin avanzar más detalles.

Para Oldemiro Baloi, las relaciones con Sudáfrica «siguen siendo las mismas, de buena vecindad y cooperación» a pesar de los «tiempos no tan buenos que se están atravesando» y expresa la esperanza de encontrar una solución y, sobre todo, asegurar que por la parte sudafricana estas acciones se preparen adecuadamente para mitigar el impacto en Mozambique.

Para escapar de las altas tasas de pobreza en Mozambique, la población, especialmente la más joven de las zonas rurales del sur, emigra ilegalmente a Sudáfrica en busca de mejores condiciones de vida en el país vecino con una de las economías más avanzadas de África.

En abril comenzaron los actos de violencia contra los extranjeros africanos en Sudáfrica después de las declaraciones atribuidas al rey zulú, Goodwill Zwelithini, invitando a los extranjeros a hacer sus maletas y marcharse.

Al menos tres mozambiqueños murieron durante la crisis y más de dos mil regresaron a su país en caravanas organizadas por las autoridades de Maputo o por sus propios medios.

Lusa –(Fundación Sur)