La asociación de China con África no es sólo una alianza económica, sino una política también, según explica un profesor de la UNISA.

“China necesita a África de múltiples formas para continuar con su crecimiento y para lograr sus ambiciones internacionales y África puede ayudarla en este aspecto. África también necesita a China para su crecimiento y desarrollo y China está dispuesta a ayudarla en este aspecto”, señalaba el profesor David Abdulai.

Según él, esta asociación es una relación simbiótica en oposición a la explosiva que ven los críticos de China.

Abdulai explica que la asociación de China con África no es nueva y que podría remontarse hasta 1971, cuando los estados africanos con nuevos líderes dieron su voto en las Naciones Unidas para que la República de China ocupase un escaño en el Consejo de Seguridad.

Previamente, el escaño había sido ocupado por una república china, hoy conocida como Taiwán.

China necesita el apoyo de las naciones africanas por la influencia que ejercen en firma de voto, en los foros internacionales.

“Apoyando a estos países y aumentando el poder en los mismos, indirectamente ayuda a China a recabar votos y apoyo de estos países en numerosos foros internacionales, que apoyan sus intereses diplomáticos”.

Abdulai asegura que la política de una gran China unida, del gigante asiático, necesita el respaldo de las naciones africanas. Esto ha creado polémica recientemente, porque Suráfrica se negó a dar un visado al líder espiritual tibetano, el Dalai Lama.

El discurso de Abdulai, pronunciado antes de la reciente controversia en Suráfrica, asegura que China necesita que los países africanos se reconozcan a sí mismos como parte de la estrategia de frustrar e impedir los esfuerzos de Taiwán por establecer relaciones con los países africanos”.

(News 24, Suráfrica, 01-04-09)