La exposición “Africa a través de un objetivo solidario” trata de ilustrar un recorrido por tres países tan diversos cultural, geográfica y étnicamente, como lo son Níger, Malí y Burkina Faso. Esta exposición permitirá imaginar convivir con los Bororos del Sael, remontar el río Níger desde Mopti hasta la mítica Tombuctú, visitando los poblados Bozo, caminar a través de los pueblos dogones a la sombra de la falla de Bandiagara.

Recorrer las aldeas del país Lobi es pasear por un laberinto de campos de mijo y adobe. Es un lugar donde aún hoy se puede ver la simbiosis en la que el hombre convive con la naturaleza, respetándola y haciendo de ella su hogar y santuario. Un lugar donde los feticheros aún conservan el saber que sus ancestros le transmitieron, sirviendo de ayuda a su pueblo.

La Universidad de Sevilla, a través de su Oficina de Cooperación, y del Centro de Iniciativas Culturales, colabora con la ONG DUBABU en este proyecto que emplea la manifestación cultural como cauce para la puesta en marcha de un proyecto educativo en Burkina Faso. Así, toda la recaudación obtenida con la venta de las fotografías será destinada al proyecto de construcción de una escuela para 256 niños en Bantogodó, una aldea a 125 kilómetros de la capital burkinabe.

La presentación de la exposición tendrá lugar el día 11 de Diciembre a las 13:00 horas en el hall de entrada del Rectorado de la Universidad de Sevilla

LUGAR: Rectorado de la Universidad de Sevilla. C/ San Fernando 4, Sevilla

FECHA: 11 -31 Diciembre 2009

* Como nos dice el prpio fotógrafo en su página web http://www.mvilches.es Manuel Vilches es un fotógrafo nacido en Estepona (Málaga) en 1960

Es en 1990, en un viaje, donde comienza a fotografiar las distintas realidades y culturas del mundo. Desde entonces a recorrido países tan distintos como apasionantes. Sus fotografías van desde la esplendorosa Petra al llanto de un niño en el interior de África.
Estudioso y autodidacta intenta crear en todas sus fotos una atmósfera de realidad, y mostrar la vida de forma natural sin dramatismos ni exageraciones.

En sus retratos se descubre la interrelación entre sus personajes y el mismo, basado en un gran sentido de la comunicación, su carácter afable le hace ser aceptado por los diferentes pueblos y etnias con los que ha convivido.

En septiembre de 2006, viaja a Níger para fotografiar la etnia de los Peul-Bororo. Con ellos convive en sus campamentos y es invitado a sus representaciones en la fiesta de Gerewol.

Se acerca hasta Agadez para adentrarse en el desierto del Teneré en busca de las caravanas de sal y durante 11 días convive con los tuareg del desierto, hombres adaptados al medio de forma sorprendente.