Salva Kiir, presidente sursudanés, reconoció por primera en un comunicado emitido el jueves que el país, ya devastado por la guerra, se enfrenta a una hambruna. Tres organismos de las Naciones Unidas declararon al joven país en situación de hambruna el pasado mes de febrero, asegurando que alrededor de un millón de personas están en riesgo inminente de morir de hambre.
«En este día histórico y único, deseo apasionadamente compartir con todos y cada uno de ustedes que, una vez más nuestro país, ha sido golpeado por un desafío nacional, el hambre y la pobreza», comunicó a la prensa el Ministro de Información del país, Michael Makuei Lueth, transmitiendo así las palabras del comunicado del presidente Kiir.
10.000 civiles están en riesgo de morir de hambre y otros siete millones padecen escasez de alimentos debido a la crisis económica provocado por una guerra civil de tres años y por las malas cosechas.
En un discurso pronunciado pocos días después de reconocer esta precaria situación, Salva Kiir aseguró que desde su gobierno, a través del Ministro de Finanzas y el gobernador del Banco Central de Sudán del Sur, estaban trabajando para aliviar la situación.
Fuente: Sudan Tribune
[Traducción y edición, Sarai de la Mata]
[Fundación Sur]
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