Vi el partido de fútbol femenino de la FIFA el 8 de junio, entre Nigeria y Suecia.

El partido estaba empatado 3-3, demostrando el equipo nigeriano qué tan bueno puede ser un equipo cuando los dirigentes del fútbol le ponen verdadera atención a los entrenamientos, financiamiento y cuidado de sus jugadores.

Como muchos africanos, yo estaba más que feliz de que un equipo del continente nos representara y jugara tan excesivamente bien en contra de un equipo que la mayoría de las personas creían iban a masacrar a las Super Falcons, en término de goles.

Las Super Falcons de Nigeria jugaron un muy buen partido contra el equipo de los Estados Unidos una semana después, al ser vencidas por tan sólo un gol, 1-0.

Vi ambos partidos.

Sin embargo, mientras veía a las mujeres nigerianas jugar tan hábilmente en la copa del mundo para enorgullecernos a todos, me pregunté (olviden a los hombres) ¿si las mujeres liberianas van a representar algún día a Liberia en un nivel internacional como aquellas mujeres nigerianas representaban a su país?

“¿Dios, cuándo será que nuestras mujeres liberianas jugarán fútbol como esas mujeres nigerianas?” Pregunté.

También dije sarcásticamente, “eso nunca va a suceder” mientras que Musa Bility sea el presidente de la Asociación de Fútbol Liberiana (LFA).

No solamente Musa Bility, pero tampoco mientras otra persona sea presidente de LFA que no sea responsable ni tenga interés en los juegos, el desarrollo de los jugadores, construcción de estadios, invertir en entrenamiento y equipo y reclutar excelentes entrenadores, el fútbol de Liberia continuará siendo de nivel local.

Nuestro problema como personas es que nosotros los liberianos somos un montón de malcriados, egoístas y poco patrióticos, que solamente estamos interesados en lo que podemos robar de nuestro país, para nosotros y para nuestra familia. No estamos interesados en construir nuestra nación, pero somos bastante retóricos para impresionar.

Como el fútbol de hombres, que obtiene financiamiento inadecuado o ningún financiamiento del todo, malos entrenadores, regímenes de entrenamiento sin disciplina y ningún apoyo a los jugadores en términos de remuneración financiera, el fútbol liberiano siempre será un nostálgico sueño.

Esto es porque los juegos de fútbol masculino se juegan a nivel local para nuestro entretenimiento provincial y no para elevar el status financiero del juego y los jugadores, y hacer el partido el pasatiempo nacional, siempre ha estado en la historia de la nación de Liberia.

Sin embargo, el fútbol liberiano femenino nunca se podrá desarrollar en algo significativo (si es que acaso hubiera un equipo nacional femenino o una liga femenina dentro del país), mientras no exista ningún interés de Musa Bility y de LFA para desarrollar el fútbol femenino como el de las nigerianas, y las camaronearas lo han hecho a través de los años.

El fútbol femenino liberiano nunca se desarrollará hacia algo significativo mientras esas mujeres jóvenes no sean alentadas, tuteladas y entrenadas, y sean vistas como juguetes sexuales para los liberianos que prefieren comprarles licor para tener sexo con ellas a tutelarlas y ayudarlas con gastos y útiles escolares.

¿Por qué es que no hay estadios de fútbol modernos construidos en ningún condado liberiano? Cuando en todos los países se construyen estadios modernos, esto trae consigo desarrollo económico que genera empleos, el movimiento de personas y el crecimiento económico y el desarrollo.

En un reciente artículo, hice un llamado a la investigación, resignación y enjuiciamiento de Musa Bility por esta obvia falta de liderazgo, y su involucramiento en supuestos actos de corrupción dentro y fuera del campo y de su oficina de LFA.

Como todos sabemos, los principales oficiales de la FIFA se han visto involucrados en corrupción recientemente, y autoridades en los Estados Unidos y Suiza han arrestado algunos de estos odiciales. La investigación de la FIFA y sus oficiales por corrupción ha llevado a que el presidente de la organización, Sepp Blatter renuncie.

Sin embargo, desde que la FIFA es la organización gobernante de las demás organizaciones de fútbol alrededor del mundo, y ya que el presidente de LFA, Musa Bility, también se ha visto bajo corrupción, escribí en la columna que el presidente de LFA debería de ser investigado por alegada corrupción. Y de ser encontrado culpable, debería de renunciar y ser enjuiciado.

Algunos de mis críticos no están de acuerdo conmigo, y hasta han discutido que no hay conexión entre lo que está pasando en la FIFA y el LFA. Un conocido pariente de Musa Bility escribió ingenuamente que yo estoy celoso del señor Bility (ni siquiera conozco al hombre y nunca lo he conocido). Mis preocupaciones no son parroquiales; y no son sobre parentesco tampoco, sino del futuro de Liberia, su crecimiento y desarrollo.

“¿Son estos individuos serios?” Me pregunté a mí mismo.

¿Dónde está su sentido de patriotismo? ¿O son estos individuos patrióticos solamente cuando una persona que no sea su pariente está involucrada en corrupción, o cuando el que no es pariente es acusado de ser un jefe militar? ¿Será ese el único momento en el que esta gente defenderá una desenfrenada corrupción, nepotismo, democracia y el uso de la ley?

Y mientras los liberianos continúen viendo hacia el otro lado y sin decir nada a estos oficiales por sus pequeños parentescos, uniones de tribus, uniones étnicas y las distintas uniones y sistemas de patrocinios que continúan teniendo a Liberia al revés, los líderes políticos y deportivos continuarán creyendo que es normal para ellos robar los recursos de la nación, lo que tiende a degenerar el progreso y desarrollo nacional e individual.

Hay una necesidad de jugadores bien entrenados, compensados y competitivos en los deportes de Liberia. Necesitamos mujeres y hombre competitivos para equipos de fútbol, carreras, decatlones, básquetbol, boxeo y otros deportes competitivos que ayudarán a desarrollar adultos y jóvenes liberianos independientes y fuera de la pobreza.

Nunca habrá una Liberia próspera y exitosa en deportes y equipos mientras que las instituciones nacionales estén quebradas. Le fallamos a nuestro pueblo y país cuando vemos hacia otro lado por nuestros propios intereses estrechos y egoístas.

Fuente: The Liberian Dialogue. / Por: Tewroh-Wehtoe Sungbeh. / Traducción: Carolina Ruiz.