La República del Sudán del Sur es el resultado de cuarenta años de violencia política, guerras y conflicto que han afectado al tejido socioeconómico, político y cultural del país. Al conseguir la independencia, el 9 de julio de 2011, la población albergaba grandes esperanzas de prosperidad, paz y unidad. Se esperaba que la guerra, la destrucción y los desplazamientos se quedasen en el pasado.

Sin embargo, dos años después, en diciembre de 2013, comenzó una nueva guerra civil. Los líderes del país han desaprovechado la oportunidad de construir un Estado y nación. El Acuerdo Revitalizado para la República de Sudán del Sur (R-ARCSS) de 2018 puso fin a dicha guerra civil. El R-ARCSS reconstituyó la Asamblea Legislativa Nacional de Transición (TNLA) como uno de los órganos del gobierno con sus funciones de supervisión y legislativas, tal y como se incorporó en la Constitución de Transición de la República de Sudán del Sur de 2011 enmendada.

Las sesiones parlamentarias de la TNLA han sido boicoteadas durante los últimos días por los parlamentarios que representan al Movimiento de Liberación del Pueblo Sudanés en la Oposición (SPLM-IO) y a otros partidos de la oposición debido a que acusan al Gobierno Nacional en funciones de aprobar unilateral e ilegalmente el proyecto de ley de partidos políticos de 2012 (enmienda) de 2022, al suavizar la forma y el contenido de dicha ley, contraviniendo el R-ARCSS y el Reglamento de Conducta.

Según fuente consultadas, la oposición podría encontrarse en un error al afirmar que las seis leyes o proyectos de ley en temas de seguridad que han sido revisados por el Comité Nacional de Enmienda Constitucional (NCAC) deben ser revisadas por la TNLA ya que esto no se respalda por el R-ARCSS ni por el Reglamento de Conducta. La legislación relacionada con la seguridad revisada por el NCAC y presentada al ministro de Justicia y Asuntos Constitucionales debería someterse a los procedimientos parlamentarios normales, incluyendo la introducción de enmiendas, si las hubiera, a dicha legislación.

Según establecen algunas disposiciones expresas de la R-ARCSS y teniendo en cuenta la supremacía de la R-ARCSS sobre la Constitución de Transición, de acuerdo con el artículo 8.2 de la R-ARCSS, la TNLA se ha excedido para moderar la forma y el contenido del proyecto de ley de enmienda de la Ley de Partidos Políticos de 2012 de 2022, en contra de las disposiciones del artículo 1.20.1 de la R-ARCSS.

Hay dos disposiciones de la R-ARCSS, una sobre la Ley de Partidos Políticos de 2012 (Enmienda) de 2022, que ha encomendado específicamente a la TNLA, en virtud del artículo 1.20.1 de la R-ARCSS, que la adopte en su totalidad, mientras que el artículo 1.18.1.2 encomienda a la TNLA que revise y complete las enmiendas a las legislaciones de seguridad nacional pertinentes.

El presidente debería devolver el proyecto de ley de partidos políticos de 2022 al TNLA para que incorpore el texto anterior insertado por el NCAC. Al mismo tiempo, el SPLM-IO y otros grupos de la oposición deberían abandonar sus demandas de aprobación de las seis leyes relacionadas con la seguridad y permitir los procedimientos parlamentarios normales y la aprobación de dicha legislación.

Fuente: Radio Tamazuj

[Traducción y edición, Míriam Izquierdo Izquierdo]

[CIDAF-UCM]

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