La pobreza extrema es tan urgente para África como el cambio climático

31/10/2022 | Editorial

cidaf-ucm_logo_blanco-43.pngEn realidad, todas las dimensiones de un desarrollo humano sostenible e integral, como son: la dimensión cultural, sanitaria, económica, política, social, ecológica, religiosa, etc., caminan siempre juntas y son inseparables.

También somos inseparables, todos los pueblos del planeta, como lo hemos experimentado durante la pandemia COVID 19, o durante esta guerra en Ucrania.

A nivel existencial, sin embargo, entendemos que lo prioritario sea el cubrir las necesidades más básicas e inmediatas de la vida humana, como son: la alimentación, la salud, el techo y el trabajo. Si preguntamos a cualquier habitante de los suburbios de Kampala y de las grandes ciudades sobre lo que es prioritario en su vida, responderán que lo primero es poder alimentarse. Luego mencionarán: la educación, salud, trabajo, etc.

En 2020, el número de africanos que viven en la pobreza extrema y sin acceso a la electricidad y al agua potable aumentó por primera vez en un cuarto de siglo.

El continente africano se enfrenta, entre otros retos, a dos de las mayores amenazas de la humanidad. Una es la pobreza extrema, que afecta a casi 500 millones de africanos y se ve agravada por los patrones climáticos cambiantes y los desastres naturales. La otra es el cambio climático, que plantea riesgos sustanciales para la agricultura, la producción de alimentos, el suministro de agua, la destrucción de ecosistemas frágiles y la seguridad energética.

Hasta el año pasado, la pobreza extrema en África había disminuido constantemente durante casi 25 años. Tras desafíos como la COVID-19 y un aumento reciente de los conflictos violentos, esta tendencia se ha revertido. Para superar la pobreza extrema será fundamental una gobernanza responsable y la adopción de medidas para poner fin a la pobreza energética en el continente, que afecta a unos 600 millones de personas.

Esto requerirá hacer lo necesario para mejorar el acceso a la energía para todos. Esto significa adoptar un compromiso común para un desarrollo integral y ecológico. Los combustibles fósiles, incluido el petróleo y el gas, continuarán siendo necesarios por ahora, si queremos lograr el acceso universal a la energía para 2030. Pero la prioridad debe centrarse en desarrollar las fuentes de energía renovable, sobre todo: la hidráulica, eólica y solar. Esto es esencial para los países africanos que trabajan por el crecimiento económico sostenible, la creación de empleo y la asignación de ingresos para financiar nuevas infraestructuras.

El principal factor para acabar con la pobreza extrema y con la escasez energética en África, es la gestión y la inversión responsable de los abundantes recursos africanos, tanto por los gobiernos regionales y mundiales, como por las compañías energéticas.

El recurso energético más consumido en África no es un combustible fósil ni las energías renovables convencionales. Es la biomasa, incluida la madera, el carbón vegetal y el estiércol animal, la que se utiliza para cocinar. La biomasa no solo es una fuente pobre de energía, también es muy peligrosa, en particular para muchos hogares rurales, además de contribuir a la deforestación y la erosión del suelo.

La energía renovable seguirá desempeñando un papel cada vez más importante en la combinación energética de África a medida que el mundo se aleja de los hidrocarburos. Entre los recursos energéticos que obtienen mayor relevancia hoy en África y en el mundo destaca el hidrógeno, que puede jugar un papel decisivo en la transición energética del continente, así como la energía geotérmica en Kenia y otros países africanos.

Los recursos son abundantes en África y la población joven está cada día mejor educada. La sociedad entera debe comprometerse en promover un desarrollo sostenible y ecológico, y cooperar con los gobernantes para garantizar una gestión competente y responsable de los recursos en favor del bien común.

Autores

  • Rafael Sánchez (administrador)

    Codirector del CIDAF-UCM y subdirector del máster de Titulación propia "Cultura y Pensamiento de los Pueblos Negros" de la Universidad Complutense de Madrid.

    Periodista y bibliotecario, con la suma de ambos conocimientos ha pretendido dominar todas las fases de la información, desde su génesis hasta su procesado y puesta a disposición de la sociedad. En 1991 comenzó a trabajar en el Centro de Información y Documentación Africana (CIDAF), siendo nombrado en 2001 director de comunicación y biblioteca. Desde entonces la Biblioteca “Dionisio Segura” del CIDAF (Fundación Sur) ha desarrollado una extensa actividad de extensión social que ha abarcado desde los medios de comunicación social hasta las TIC. En 2012 fue nombrado subdirector del CIDAF (Fundación Sur).

    Rafael Sánchez dirige y produce tres programas de radio y podcast “Africanía”, “La Otra Cara de África” e Informe del CIDAF-UCM que se emiten en más de treinta radios españolas e iberoamericanas; además de colaborar con RTVE-Radio Exterior de España en el informativo semanal de “África Hoy” desde hace más de 25 años. Ha diseñado y es director del primer Portal del Conocimiento sobre África , basado en las teorías de la gestión del conocimiento y en la implementación de las TIC. Además, ha diseñado y coordinado los proyectos de Educación al desarrollo “África en la Escuela” y “África en las Bibliotecas”.

    En el campo editorial ha coordinado la edición de las monografías: “Patrimonio Musical de los Wagogo: Contexto y sistemática”, “África ante el mito del Desarrollo: La Propuesta del NEPAD a la luz de la ética cristiana del desarrollo”, “Historia del Sudán Occidental”, “Crónicas de Burkina: Flashes de realidades” y “Culturas Africanas y Desarrollo: Intentos africanos de renovación”. Es coautor del libro “La espiral comunicativa, educativa y migratoria para África” y autor de diversos artículos y estudios como: “La cooperación en Marruecos: Una visión desde la otra orilla” y “Unión Europea y África: Reflexiones sobre la ayuda al desarrollo”. Además, ha realizado el documental “El Batik paso a paso” sobre la técnica del maestro tanzano Estomik S. Kirita.

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  • Bustince Sola, Lázaro

    Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

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