La severidad de la crisis financiera de Suazilandia ha visto cómo los hogares están experimentando escasez de comida y teniendo que tomar medidas extremas, para superar la situación.
Esto es lo que desvela un breve estudio llevado a cabo por las Naciones Unidas, sobre el “Impacto de la Crisis Fiscal en Suazilandia”, en el periodo entre 2010 y 2011.
La situación se ha vuelto tan dura, que las familias no tienen suficiente dinero para comprar alimentos, mientras que algunas no tienen acceso a alimentos de ningún tipo.
Algunas familias, según ha averiguado el estudio, han reducido el número de comidas que toman al día o se ven obligados a no comer durante un día entero.
“Además de la dependencia de alimentos menos caros, entre la mitad de la población rural y el 40 % de los hogares urbanos, se saltaban la comida durante todo un día en más de uno de cada cuatro hogares rurales y casi uno de cada ocho hogares urbanos.
Cerca de la mitad de los hogares de las zonas rurales y un tercio de los de las zonas urbanas han reducido el número de comidas o las porciones de comida.
“Uno de cada 11 hogares rurales han intentado garantizar la nutrición de los niños recortando el consumo de alimentos de los adultos”, afirma el estudio.
Otros han cambiado la dieta a comida más barata o menos preferible, y también se ha recurrido a comprar comida a crédito o se ha tenido que mendigar para lograr alimentos.
Mientras que el impacto de la crisis se ha sentido tanto en los hogares rurales como los urbanos, los rurales sufren más la crisis y el modo en que ajustan sus presupuestos para superarla difiere: “en las zonas rurales, especialmente entre los hogares encabezados por una mujer, este mecanismo de superar la crisis se suplementa con otros métodos de gestión del presupuesto, como recolectar alimentos salvajes y cosechar frutos inmaduros.
“coherentemente con la falta de oportunidades de empleo y de acceso al crédito, los hogares encabezados por mujeres en el mundo rural a menudo empiezan a tomar prestada comida o enviar a los miembros de la familia a mendigar por ella”.
Además de los alimentos, los hogares también luchan por acceder a la sanidad y la educación.
La situación dentro de los hogares ha sido complicada por el alto número de puestos de trabajo que se han perdido por parte de los miembros de la familia, por la crisis mientras que la subida de los precios ha empeorado más la situación.
“Un miembro de cada hogar perdió su trabajo durante diciembre de 2010 y noviembre de 2011, el desempleo creció por tanto en unos miles de personas, debido a la crisis fiscal y otros factores.
“Los hogares encabezados por un hombre, los hogares de las zonas urbanas y en particular en la región de Manzini, parecen especialmente vulnerables a la pérdida del puesto de trabajo.
Para aquellos hogares que todavía tienen miembros con empleo remunerado, la situación no es mejor porque algunos de ellos han experimentado recortes en el salario, y le han reducido de su suelto los beneficios.
“La seguridad de los ingresos también se ha visto deteriorada en 2011, y casi el 5 % de los hogares declaran que les han dicho que pueden perder su trabajo o sufrir un recorte del salario en el futuro”.
La mayoría de los trabajos que se han perdido y los salarios recortados ha sido en el sector privado y en negocios que no son familiares, mientras que los trabajadores del gobierno han permanecido a salvo del impacto de la crisis.
WELCOME DLAMINI
(Times of Zwaziland, 07-09-12)