Un tribunal de Marruecos ha condenado a 18 personas por una serie de ataques suicidas con bombas, en Casablanca, hace seis años, que dejó 45 muertos. Saad El Housseini, de 38 años, el químico que construyó las bombas, ha sido encarcelado por 15 años.
Otros diecisiete hombres han recibido sentencias de entre 3 y 15 años, por parte del tribunal, situado cerca de la capital Rabat.
Las autoridades de Marruecos aseguran que El Housseini dirigía el ala militar del Grupo de Combatientes Islámicos de Marruecos. Este grupo de militantes, conocido por su acrónimo francés, GICM, supuestamente tiene lazos con Al Qaeda y los atentados de Madrid de 2004, en los que murieron 191 personas.
Las seis bombas simultáneas de Casablanca, en 2003, mataron a 45 personas, incluidos los 12 suicidas.
Marruecos ha encarcelado a cientos de sospechosos de ser militantes, bajo la leyes antiterroristas aprobadas en respuesta a esos ataques.
Un antiguo residente en España, El Housseini, ha negado pertenecer al Grupo terrorista y esperaba una sentencia de no más de 20 años. El fiscal pedía 20 años de cárcel para él.
(News 24, Suráfrica, 27-02-09)