El mes pasado, entre el 16 y el 21 de septiembre, se celebró en Salé, localidad marroquí situada en la costa atlántica, muy cerca de la capital, la décima edición del Festival Internacional de Cine de Mujeres de Salé.
La ceremonia de apertura del Festival, organizada como de costumbre por la Asociación Bouregreg, estuvo marcada por la proyección de una película sobre la vida del fallecido Mostafa Messnaoui. Messnaoui, célebre escritor y crítico marroquí, fundador y miembro muy activo del comité de organización del propio Festival. La actriz egipcia Ilhame Chahine recibió asimismo un homenaje que reconoció la riqueza de su carrera cinematográfica. La comedianta egipcia expresó en un discursó su emoción por recibir tal homenaje en un país al que, en sus propias palabras, “se siente muy unida y del que admira profundamente su riqueza cultural”. Por último, se proyectaron seis cortometrajes marroquís realizados por mujeres para promover la producción cinematográfica marroquí femenina y promocionar el trabajo de jóvenes talentos marroquíes. Se trata de las películas: “Murmures de Venus” (Los murmullos de Venus, en castellano), de Ghizlane Assif”, “Aya va à la plage”, (Aya va a la playa) de Maryam Touzani, “Wafaa”, de Ilhame El Alami, “Traces”, (Huellas) de Majida Benkirane y “Obsession», (Obsesión) de Hanane El Wardi.
Durante el resto del festival se proyectaron las doce películas, cortometrajes y documentales candidatos a los premios que otorga el festival. Todas ellas con gran presencia de mujeres tanto en su producción como en su temática. Además, por primera vez desde que se comenzó a celebrarse el festival en 2004, ha habido representación de todas las regiones y continentes del mundo. El jurado de esta edición, presidido por la productora inglesa Denise O’Dell, estuvo compuesto por seis mujeres: la realizadora española Chus Gutiérrez, la periodista y crítica cinematográfica libanesa Houda Ibrahim, la realizadora y guionista italiana Licia Eminenti y las actrices Rania Youssef (Egipto), Flonja Khodeli (Alemania) y Noufissa Benchehida (Marruecos).
La gran ganadora de la edición fue la película “Toni Erdman”, de la alemana Maren Ade, que narra la historia de Inés, una exitosa mujer de negocios que ha perdido el rumbo y necesita recuperar el sentido de su vida. “Wolf and Sheep” (“Lobo y oveja”), de la directora afgana Shahrbanoo Sadat ganó el premio especial del jurado y “L’arbre sans fruit” (“El árbol sin fruta”), una coproducción nigeriana y francesa, se llevó el premio al mejor documental. Salomé Richard ganó el premio a mejor actriz por su papel en la coproducción francesa y belga “Baden, baden”, de Rachel Lang, y Jack Farting ganó el premio a mejor actor por su papel en “Burn, burn, burn” de la directora británica Chanya Button.
Además, esta edición del Festival eligió como invitado de honor al cine francés, destacando su importante papel en la coproducción de películas marroquíes y su colaboración en proyectos para que los jóvenes puedan disfrutar de sesiones de formación en el mundo del cine y los audiovisuales.
Además de las proyecciones y la competición oficial, el Festival cuenta con debates entre cineastas, mesas redondas, conferencias y un foro que este año llevó como título «El cuerpo femenino en el cine», así como talleres de redacción de guiones cinematográficos para jóvenes.
El festival ha sido un año más un gran éxito y ha demostrado que no para de crecer; cada edición cuenta con más participantes, colaboradores y público. Además, ha conseguido su objetivo de obtener un mayor reconocimiento internacional. La organización ya se ha puesto en marcha para que la próxima edición sea, al menos, tan notoria como esta.
Clara Esteban
[Fundación Sur]