La tensión era palpable en Jos, región central de Nigeria, el día 27 de enero cuando los soldados de la fuerza especial del gobierno escoltaron a algunos comerciantes Hausa en su camino a los mercados de carne de Gada Biu y Abbatori.

Los problemas comenzaron cuando algunos jóvenes se movilizaron contra los comerciantes y sus escoltas militares, obligando a los comerciantes y a los soldados a huir, a pesar de que los soldados dispararon esporádicamente.

El sonido de los disparos hizo temblar a los residentes, que huyeron temiendo por su seguridad.

En una negociación anterior, impulsada por los soldados de la Fuerza Especial del gobierno, entre los jóvenes y los carniceros Hausa, los carniceros pidieron que se los permitiera retomar su negocio en la zona. Pero los jóvenes insistieron en que los carniceros se marchasen de la zona cuanto antes, mejor, después de la explosión que se produjo el día de Navidad.

Uno de los líderes de los jóvenes, que se identificó como Gyang, dijo que permitir a los carniceros que vuelvan a los mercados de carne perjudicará la seguridad de los residentes, porque los carniceros han sido colaboradores de sus atacantes.

Pero el comandante de la Fuerza Especial, Hassan Umaru, no quiso hacer comentarios sobre la implicación de los soldados en la vuelta de los carniceros.

Sobre las peticiones para que la fuerza especial en Jos sea desmantelada, el oficial dijo que no estaba preocupado, “es normal, hay que dejar que la gente diga lo que piensa, están en su derecho de quejarse y expresarse. Pero yo aconsejaría a esa gente que dejen que el gobierno federal y las autoridades manejes este asunto de forma apropiada”. El oficial también añadió que “el tema de las mujeres protestando no es nada alentador, las mujeres van por ahí tirando piedras a los miembros de la Fuerza Especial”.

(The Punch, Nigeria, 27-01-11)