Manifestaciones en Burkina Faso contra la empresa francesa Bollore

De acuerdo con la información proporcionada por Jules César Kabore, periodista del diario digital Burkina24, el Consorcio Burkina 2050 organizó una marcha de protesta el pasado 3 de marzo, en Uagadugú (capital de Burkina Faso), para exigir la anulación de la convención revisada sobre la gestión de la línea ferroviaria entre Burkina-Faso y Costa de Marfil, que han firmado las empresas SITARAIL y BOLLORE, y reprochar a la empresa BOLLORE sus 27 años de mejorable gestión. Partiendo desde la glorieta próxima a la sede de la mencionada empresa ferroviaria, los manifestantes recorrieron varias calles, pasando por delante de dicha sede, concluyendo ante el edificio del Ministerio de Transportes, gritando proclamas, que también se podían leer en las pancartas que agitaban, tales como:

«¡BOLLORE, márchate! ¡La línea férrea de los burkineses para los burkineses! ¡Exigimos la anulación del contrato!«

El coordinador del movimiento Frente para la Defensa por la Patria expresó su decepción con la gestión del tendido ferroviario en los siguientes términos:

«Tras 27 años de privatización, ya es hora de que BOLLORE deje la gestión de la infraestructura ferroviaria a otra empresa. Desde el año 2000, el gobierno de Burkina Faso había exigido traspasar el contrato a otra entidad. Sin embargo, con el apoyo de Francia, BOLLORE hizo todo lo posible para renovar el contrato en su beneficio. No estamos de acuerdo. Y es más, esta empresa quiere endosar el contrato a otra de aquí a finales de marzo. De esta forma, pretende desentenderse de los derechos de aquellas personas a las que ha despedido«.

Igualmente, antiguos trabajadores de la Sociedad Internacional de Transporte Africano Ferroviario (SITARAIL, por sus siglas en francés), reagrupados bajo el Sindicato de Jubilados del Servicio Ferroviario de Burkina Faso, miembro a su vez del ya mencionado Consorcio Burkina 2050, han tomado parte en esta marcha.

Por su parte, el secretario general del Sindicato, Moutaga Traoré, ha aprovechado para lanzar un llamamiento a las nuevas autoridades:

«Además de los desafíos a la seguridad, hay que tener en cuenta otras realidades muy urgentes, como los contenciosos procesales y el conflicto interno en SITARAIL, que se prolongan desde noviembre de 2002. Al término de la crisis en Costa de Marfil, los trabajadores suspendidos de sus empleos han permanecido en ese estado hasta su jubilación. Las consecuencias de esta situación son de una magnitud insondable. Y a pesar de la sentencia arbitral emitida el 14 de agosto de 2007, que falló a favor de estos últimos trabajadores, SITARAIL no quiso aplicarla y se negó a facilitar los documentos necesarios para la pensión de jubilación. Así pues, nosotros rechazamos la venta del proyecto ferroviario del grupo BOLLORE a una multinacional cualquiera, a la vista de las graves carencias en el acuerdo de la concesión original, que ha administrado nuestros empleos durante 23 años, así como el acuerdo de concesión revisado«.

Nathalie Sawadogo, vendedora itinerante que hacía de forma asidua la ruta entre Burkina-Faso y Costa de Marfil en tren por motivos laborales, hizo explícito su descontento con respecto a la sociedad BOLLORE:

«Desde hace un cierto tiempo, como ya no podemos viajar, tengo que enviar mi mercancía por carretera. Eso nos perjudica bastante. BOLLORE nos ha explotado demasiado. Antes de que se hiciera con el control de SITARAIL, las líneas férreas se encontraban en buen estado, pero cuando se produjo desde entonces ha estado trabajando con mercancías pesadas y ha deteriorado seriamente los raíles. Y ahora quiere plegar los equipajes para reducir espacio y que los trenes salgan de las estaciones sin antes haber arreglado el tendido ferroviario. Nosotros decimos NO«.

A estas palabras se suman las declaraciones de Nestorine Sangaré, coordinadora del Consorcio Burkina 2050 e iniciadora de esta manifestación, volviendo sobre las causas:

«Si en 27 años nadie se ha presentado ante los locales de esta empresa, es porque pensábamos que todo iba bien. Sin embargo, actualmente la infraestructura ferroviaria está desgastada. Burkina-Faso ha retrocedido en términos económicos por culpa de la mala gestión de las líneas férreas. 9 estaciones han sido cerradas. El transporte se ha ralentizado considerablemente. Los mercaderes ya no pueden contar con los vagones de los trenes para llevar sus mercancías a Costa de Marfil. A eso hay que sumar que nuestras carreteras están visiblemente deterioradas, dificultando esta suma de circunstancias la actividad comercial. Ya es suficiente. Queremos que esto termine inmediatamente. Una empresa familiar no puede venir a empobrecer a todo un pueblo. Queremos nuestros raíles y queremos confiar nuestra infraestructura ferroviaria a quien pueda gestionarla mediante una asociación con beneficios para ambas partes, patronal y trabajadores. Fueron nuestros bisabuelos quienes murieron para construirla. No va a ser el hijo de un colono extranjero quien venga a destruirla. Eso es todo lo que exigimos. Que SITARAIL no sea vendida a otra multinacional«.

Asimismo, Sangaré añadió que si se demora la respuesta de BOLLLORE, tendrán lugar más protestas:

«Si la reacción no está a la altura de nuestras expectativas, nos movilizaremos mejor que esta vez«.

Los manifestantes presentaron un mensaje de protesta por escrito ante la empresa BOLLORE y ante el Ministerio de Transporte. De hecho, el secretario general encargado de la publicación de los comunicados de actualidad del Ministerio de Transporte, Bernard Beba, alabó esta iniciativa por parte de los manifestantes.

Fuente: Jules César Kabore – Burkina24.

[Traducción y edición, Félix Núñez Ruiz]

[CIDAF – UCM]

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