Tras una reunión celebrada telemáticamente el pasado viernes, la cúpula de la Comunidad Económica de Estados del Oeste de África (ECOWAS, por sus siglas en inglés), resolvió suspender a Burkina Faso. Como expresó Nana Addo Dankwa Akufo-Addo, presidente de Ghana y de ECOWAS, «ningún país está aislado de lo que ocurre en la Comunidad». Por ello, la suspensión responde a la necesidad de la Comunidad de contener la proliferación de golpes de Estado que amenacen la democracia.

No obstante, la decisión no ha sido bien recibida por la población burkinesa. Desde comerciantes hasta estudiantes, se coincide en que una organización tan fuerte como ECOWAS, en lugar de sancionar a sus miembros, debería ayudarlos. Entre las opiniones contrarias a la decisión de ECOWAS se encontraba la del comerciante Adama Zongo, quien recalcó cómo «ECOWAS debería haber ayudado antes del golpe. No intervinieron y ahora es demasiado tarde».

En esta línea, desde Burkina Faso se han criticado las sanciones a Malí. Es más, se culpa a la Comunidad Económica del propio golpe en Burkina. De haber actuado en Malí cuando era necesario, la amenaza terrorista que llevó al descontento con el presidente burkinés Roch Kaboré no hubiera sucedido y el golpe no se habría producido.

A diferencia de Malí, la decisión de ECOWAS sobre Burkina Faso no ha conllevado sanciones específicas. Para ello, los representantes de los Estados se reunirán, el próximo jueves 3 de febrero, en una cumbre extraordinaria que decidirá el futuro de Burkina Faso en la Comunidad.

Fuente: Africa News, Africa News - Lauriane Noelle Vofo Kana con AFP

[Traducción y edición, Araceli Guerrero García]

[CIDAF-UCM]

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