Kenia: desviaciones diplomáticas

22/05/2013 | Crónicas y reportajes

Después del breve encuentro del presidente Kennyatta con el Primer Ministro Cameron, ambos se están preparando para más problemas en los casos de la Corte Penal Internacional, ICC – por sus siglas en inglés.

La visita de tres días de esta semana del Presidente Uhuru Kenyatta a Londres y su encuentro con el Primer Ministro David Cameron marca una considerable victoria diplomática para su nuevo Gobierno. Previamente, Whitehall había insistido en que las relaciones oficiales con Kenyatta y su Vice-Presidente Willian Ruto estarían limitadas a “contactos esenciales”: ambos tienen cargos por crímenes contra la humanidad en la Corte Penal Internacional.

Oficiales británicos dicen que la invitación a Kenyatta a asistir la Conferencia sobre Somalia el día 7 de mayo y reunirse con Cameron y otros oficiales para discutir la seguridad regional están en la “categoría esencial”. Kenianos y grupos internacionales de derechos humanos no están de acuerdo.

Kenya ha enviado 5.000 soldados a Somalia, que son ahora parte de la fuerza de la Unión Africana. Kenia es la mayor economía en el África del Este, la cual esta ahora en el centro del auge de la exploración del petróleo y el gas.

Los negocios británicos en África del Este estaban al borde de la desesperación al romperse las relaciones Londres-Nairobi, pero no está claro si la visita de Kenyatta cambiará las cosas a largo plazo, por lo menos mientras que el gobierno de Cameron siga respaldando los juicios de la Corte Penal Internacional.

El mayor aliado de U.K en esta maniobra diplomática son los Estados Unidos, que no es miembro de la Corte Penal Internacional. El Gobierno de US felicitó a los kenianos por llevar a cabo unas elecciones pacificas y con éxito pero no a Kenyatta personalmente. Lo que suceda en la Corte va a ser muy importante para las dos partes de la controversia. La semana del 10 de mayo, se acordó posponer el comienzo del juicio de Ruto hasta octubre. La oficina de la fiscal introducirá otros seis testigos más.

La opinión legal independiente sugiere que el caso contra Ruto es más fuerte que el caso contra Kenyatta. Por eso algunos políticos en Nairobi tienen la opinión de que Kenyatta hará un arreglo y dejara que Ruto satisfaga a la opinión internacional. Pero dentro de la Alianza Jubilee que los dos hombres formaron para luchar en las elecciones, esta idea la desechan como algo fantástico.

Kenyatta no habría podido ganar las elecciones sin Ruto que apoyó con un voto en bloque de los electores de Kalenjin, en el valle del Rift. Una separación de los dos hombres podría provocar protestas violentas en el Rift.

“La coalición de los acusados”

Habrá algunos importantes desarrollos en el caso de Kenyatta en los próximos tres meses. La Fiscal de la ICC, Fatou Bensouda, ha rehusado volver a la Cámara Pre-Juicio para una segunda revisión de las evidencias, a pesar de que la defensa insiste en que los testimonios clave han cambiado fundamentalmente sus declaraciones. Bensouda dice que está completamente convencida de la evidencia que hay en el caso contra Kenyatta y que se han añadido algunos testimonios más bajo la protección del programa. Lo más seguro es que los dos casos se alargaran durante meses, o tal vez años. Una resolución sobre Kenia propuesta en el Senado de los EU y apoyada por el senador Christopher Coons que paso un año en la Universidad de Nairobi cuando era un estudiante y habla el Swahili irritara a la “coalición de los acusados” de Kenyatta y Ruto. La resolución pide al Senado seguir insistiendo en Kenia en parar la intimidación, impunidad y violencia, y reconocer que los sufrimientos que respaldaban la violencia en 2007-2008 no han sido aún atendidos y respetar sus acuerdos bajo el Estatuto de Roma que fundó el ICC.

Las relaciones se harán más tirantes cuando el Presidente Barack Obama de EEUU anuncie el itinerario de su viaje por África, que hemos oído incluirá visitas a África del Este pero no a Kenia que es el hogar de su padre. Washington no tiene ningún interés en Obama aterrizando en Kenia, bajando del Air Force One para estrechar las manos de dos hombres que están acusados de crímenes contra la humanidad, cuando todo será visto en los Medios de Comunicación local e internacionalmente. El desprecio de los EEUU hará que la facción dominante de nacionalistas en el gobierno de Kenyatta haga más fuertes los lazos con China e India, los cuales tienen poco que decir acerca del historial de Kenia sobre los derechos humanos.

El enrarecimiento de relaciones con UK y EEUU debilitará la implementación de la nueva constitución y los grupos civiles locales. El gobierno está ejerciendo presión en grupos locales de derecha, especialmente aquellos que tienen financiación extranjera. Como sucedió en 2007, los grupos civiles basados en Nairobi estaban muy divididos en las elecciones. La línea de separación estaba entre los que apoyaban “la paz” que pusiera estabilidad política y unidad nacional sobre la de la persecución por la violencia electoral y el apoyo a los derechos humanos que quería terminar la cultura de impunidad apoyando los juicios de la ICC y juicios que se hicieran en el país.

Kenyatta no tiene nada que temer de los que apoyan la paz, porque muchos de ellos están muy cercanos a la Alianza Jubilee. Estos grupos argumentan la importancia de la paz sobre la justicia; fueron menos críticos sobre la manera de hacer las elecciones y su resultado final. En efecto, Jubilee hace este argumento de –paz sobre justicia- el centro de su ofensiva de persuadir al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de que escuche los llamamientos a que deje el caso o que sea “llevado a casa”. La campaña argumenta que la ICC no tiene legitimidad en África y que ha metido la pata en Sudan y Uganda y no debería imponerse sobre Kenia y en segundo lugar que si los casos progresan esto provocaría agitación y amenazaría la paz y la estabilidad en la región.

Los apoyos Presidenciales

Esta estrategia está tomando forma. En una recepción en Nairobi para dignatarios la noche antes de que Kenyatta jurase como presidente el 9 de abril, dos líderes extranjeros fueron invitados a hablar. El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan expresó su simpatía por la posición de Kenia en la ICC añadiendo que Nigeria estaría detrás de Kenia como un compañero africano, apoyando el primer argumento. El segundo fue el Presidente de Somalia Hassan Sheikh Mohamud, que congratuló por las elecciones pacíficas y diciendo que era crucial para la estabilidad de su propio país por lo que apoyaba el segundo argumento.

A diferencia de los grupos de paz, los de los derechos humanos han tomado posición sobre la alianza de Ruto-Kenyatta: muchos de sus líderes han sometido peticiones contra el resultado de las elecciones que dio a Kenyatta en la primera votación la victoria. Debido a esto, la Alianza Jubilee trató de desacreditar a Maina Kiai, un activista importante de derechos, alegando que está conspirando con UK para amañar al candidato rival de Kenyatta, Raila Odinga y llevarlo al Poder. (AC vol. 54 No. 6 The closest of shaves)

Ahora el gobierno quiere leyes nuevas para limitar el dinero que las organizaciones no-gubernamentales pueden recibir de los gobiernos extranjeros. Esto perjudicaría a muchos grupos civiles que dependen financieramente, por ejemplo, del Departamento Británico de Ayuda al Desarrollo o la Agencia de USA para el Desarrollo Internacional. Estas amenazas financieras llegan si Kiai y otros activistas incrementan su criticismo sobre la legitimidad de las elecciones que dio a Kenyatta la Presidencia.

A pesar de que la Corte Suprema por unanimidad confirmó la elección de Kenyatta el 30 de marzo, La Comisión Electoral Independiente y de Limites (IEBC) tienen aún que entregar los resultados de las elecciones por la cantidad de otros grupos que la cuestionan. Esto es muy sospechoso. Parece que hay informes muy ciertos de que más de un millón de votos fueron registrados en la carrera presidencial que en las elecciones por gobernadores municipales. Los votos fueron hechos en el mismo día y en las mismas oficinas de votos y los observadores de las elecciones informaron que habían visto pocos, o casi ninguno y que la gente ponía su voto en la caja presidencial pero no en la del gobernador, lo que es sugerente que hubo juego sucio.

Si la IEBC confirma la cifra de un millón, surgirán las dudas de si Kenyatta paso el 50% necesario para la victoria a la primera votación, y ciertamente si ganó más votos que Odinga. Y a la vez esto levantará más preguntas sobre el juicio del IEBC y la Corte Suprema en las elecciones. El equipo de Kenyatta sabe que la elección aún no ha terminado.

Muchos creen que la Alianza Jubilee intensificará su campaña contra la sociedad civil, los gobiernos occidentales que hayan financiado los grupos de activistas civiles tendrán decisiones difíciles que tomar. Los leales a Jubilee argumentan que los grupos civiles son simplemente los representantes de los poderes extranjeros. Sin la presión fuerte del Parlamento y la sociedad civil el gobierno no podrá implementar la nueva constitución.

UK y los EEUU podrían modificar sus posiciones si Kenyatta toca una nota creíble en sus primeros discursos. Ellos saben que necesitan a Nairobi, tanto sino más que Kenia los necesita a ellos. No solo es un importante aliado en la campaña contra el terrorismo en toda la costa de África del Este, ni Londres o Washington pueden aplicar medidas a Somalia sin trabajar estrechamente con Nairobi. Esto ha quedado bien claro este mes en la conferencia de Londres sobre Somalia.

Tal política realista será un recordatorio duro a los activistas de derechos humanos de Kenia, que cuando se trata de presión política y financiera, ellos se enfrentan contra un más duro y aislado futuro.

África Confidencial 2013.

Traducido por Amparo Cuesta, de Fundación Sur.

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