En una reunión extraordinaria celebrada el pasado martes 11 de enero, Rusia y China vetaron la propuesta de sanciones económicas hacia Malí. Las recientes restricciones impuestas por ECOWAS hacia el gobierno de Bamako fueron, en el seno de la reunión, abiertamente apoyadas por Francia, quien instó a varios países africanos a sacar adelante una resolución para aprobar sanciones económicas internacionales hacia Malí. La propuesta no sólo no fue unánime, sino que contó con los vetos fervientes de China y Rusia.

Por otra parte, el representante Malí ante las Naciones Unidas, Issa Konfourou, recordó los duros y críticos momentos que su Estado está atravesando. Su discurso fue apoyado por Rusia, que consideró que “en términos de reducción de ayuda militar y socioeconómica” el peor rumbo que se puede tomar es el aislamiento
Aunque en la esfera internacional Rusia se haya posicionado como aliada de Malí, la percepción de esta alianza en la región occidental africana no ha sido tan bien recibida.

Figuras civiles con gran influencia como lo son el artista marfileño Alpha Blondy y el activista panafricanista Kémi Séba, no sólo han manifestado públicamente su desacuerdo con las sanciones de ECOWAS, sino que han ido un paso más allá y señalan como la causa del declive y la crisis malí en la injerencia francesa y la hipocresía del país que, tras haber retirado sus tropas, ha optado por las sanciones en el seno de las Naciones Unidas. Asimismo, varias comunidades panafricanistas ven a Rusia como el peor aliado de occidente, por lo que su veto en el Consejo de Seguridad no se ha considerado un acto fiable.

Las próximas semanas se presentan cruciales entre la población africana de la región, pues Séba “ha llamado a la movilización, el 22 de enero, de la población de diversos países del África francófona, así como de la diáspora”.

Fuente: L’Essor - Mohamed Toure, Le Quotidien

[Traducción y edición, Araceli Guerrero García]

[CIDAF-UCM]

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