EL ISLAM NEGROAFRICANO, por Agustín Arteche Gorostegui

11/02/2008 | Blog Académico

Se trata de un tema importante, por varias razones… La globalización ha convertido el mundo en una aldea global, vivimos en un mundo barajado, el mundo de la cibernética ha destruido las barreras, ya no hay fronteras ni para los pueblos, ni para las religiones. Los modos y modelos de vida se están unificando. Por ejemplo: Antes los misioneros teníamos que movernos físicamente de nuestro país para llevar nuestra fe a otros pueblos. Los medios de comunicación social ponen el mundo a nuestra disposición. Hoy no hace falta que nos movamos de nuestro sitio para acercarnos a otros pueblos, África y los africanos están en nosotros.

Otro ejemplo es la repercusión del discurso del Papa Benedicto XVI en la universidad de Ratisbona… reacciones en todo el mundo islámico. (No es el momento de valorar ni el discurso del Papa, ni las reacciones de los musulmanes en el mundo) La convivencia con otros se impone. Conocer a los demás es importante para aprender a vivir juntos. El desconocimiento mutuo es causa de muchos prejuicios y de muchas actuaciones inadecuadas. Otra razón que a nadie se le escapa es la importancia del Islam en el mundo por el número de sus creyentes y su influencia geo-política en el mundo.

El tema del Islam es importante también a causa del fenómeno de la inmigración. Muchos de los africanos que vienen en cayucos son musulmanes, tienen otra cosmovisión sobre la religión y su lugar en la vida social, están acostumbrados a tratar el tema de la religión con respeto y se escandalizan de ver la indiferencia religiosa en Europa.

Metodología de aproximación

Hablaré desde mi experiencia en Burkina (20 años) y en Sudán (10 años). Tuve la suerte de estar encargado del Secretariado de la Conferencia Episcopal de Burkina Faso, para las relaciones con el Islam. Me enseñó muchas cosas de otros países también. (Malí, Senegal, Níger, Costa de Marfil…)

MAPA DEL ISLAM EN ÁFRICA

La observación del mapa nos permite ver que el Islam es predominante de forma masiva en el Norte de África, y en el Cuerno de África (Somalia), pero, hay todavía excepciones, como en Etiopía, Eritrea y Egipto. Es un Islam bajo la influencia de los países árabes en general. Es también predominante, aunque en menor proporción, en la zona subsahariana: Senegal, Malí, Níger, Chad, Sudán… (zona saheliana). Hay minorías consistentes en zonas costeras del Pacífico: Kenia, Tanzania, y Mozambique, y en la costa atlántica: Liberia, Costa de Marfil, Ghana, Togo, Benín Burkina Faso y Nigeria.

Está muy poco representado debajo del Ecuador, en las zonas del interior, los Grandes Lagos, Uganda, Ruanda, Burundi, y más al Sur en Zambia, Botsuana, Suazilandia e incluso en África del Sur, de origen más bien pakistaní e indio.

El número de musulmanes en el mundo asciende a algo más de mil millones de personas, Es decir, un 18% del total de los habitantes del planeta, algo muy considerable. Ello da una idea del peso que representa en el mundo desde el punto de vista religioso, político, económico y cultural.

También en África es importante el Islam, con sus más de 300 millones de creyentes, que representan más del 40% de sus habitantes. El Islam crece en África, demográficamente y por su influencia. Las religiones tradicionales, a pesar de algunos brotes de cierto resurgimiento, pierden poco a poco de su influencia.

SITUACIÓN ACTUAL

El Islam de África forma parte del sunismo, con excepciones, y forma parte a la vez del malikismo en materia de jurisprudencia.

La politización de la religión en África es un fenómeno nuevo. Por mi experiencia en Sudán puedo decir que el Islam está tratando de ganar terreno político y asumir más influencia en los puestos del Gobierno, incluso imponer un proyecto de sociedad con la Charia. Con la consecuencia, por otro lado, de una radicalización de posturas y la existencia de unos pocos grupos formados militarmente.

La politización del Islam comenzó en 1970, cuando, después de la guerra israelo-árabe de 1973, se produjo la crisis petrolífera. Los países árabes productores de petróleo empezaron a usar el maná de los petrodólares para propagar el Islam y establecer la Charia en varios países de África.

Esta idea esta sostenida por las principales organizaciones islámicas, como la Rabita, la Organización de la Conferencia Islámica, islámicos y la Liga Árabe. Son ellas las que marcan las pautas de acción, a través de la BICIA y otros bancos islámicos.

A otros niveles, no menos efectivos, actúan también algunos movimientos. Uno de los más activos es el movimiento Wahhabiya, que proviene de Arabia Saudí. Pretende la Islamización de África y del mundo, impulsándola con la creación de estructuras islámicas (sharia y tribunales islámicos) en los países donde el Islam representa cierta densidad, por ejemplo Malí, Senegal, Níger y Burkina Faso. Pero, estos países han conseguido mantenerse al margen por el momento. Su fuerza se basa en el dinero, la creación de mezquitas, madrasas, centros sanitarios…

Hay también otro, sobre todo en África del Norte, en Sudán, el de los Hermanos Musulmanes, cuyo objetivo es apoderarse del poder político y desde él establecer una comunidad islámica. Sus intentos en este sentido han dado resultados desiguales: Sudán y Argelia, por ejemplo.

Un fenómeno nuevo es el de los predicadores del Islam, jóvenes preparados en el extranjero cuya misión es predicar. Está alentado sobre todo por Libia, Arabia Saudí e Irán.

Los movimientos Salafiyya, totalmente radicales y violentos, por el momento tampoco han encontrado bases de apoyo relevantes en África. Sólo esporádicamente se han manifestado brotes del mismo en Argelia, Kenia y Somalia, por medio de atentados, en relación con la política de Occidente en general y particularmente de Estados Unidos.

FACTORES DE LA ISLAMIZACIÓN EN ÁFRICA

La conquista militar de África del Norte se terminó rápidamente (en menos de un siglo) con la llegada de las tropas del general Oqba Ben Nafi a Rabat. Fue una conquista militar muy rápida, que en el transcurso de los años dio al traste con toda la tradición cristiana de esta región.

En cambio la penetración del Islam en las zonas subsaharianas fue más bien lenta, y en general de carácter pacífico y comercial. Se entiende esta lentitud por la dificultad que entraña el paso del desierto.

Las primeras crónicas árabes de que disponemos sitúan la presencia de esta religión a finales del siglo X y comienzos del siglo XI en los reinos negros en las márgenes de los ríos Senegal y el Níger, en Tekrur y Ghana, en el actual Senegal y Malí. (Dando cuenta de la existencia de un comercio del oro) Otro escritor en lengua árabe, el andaluz al-Bakri, sitúa la presencia del Islam en la región del Malí, con un rey de la dinastía de los Keyta, Baramendana Keyta, que se habría convertido al Islam hacia el año 1050 con motivo de una sequía.

A mediados del siglo XIV disponemos de un relato de viaje a África subsahariana muy interesante. Se trata de Ibn Batuta, famoso viajero, hace un viaje que le lleva al país de los Negros (Al Sudan), aunque el lugar visitado no aparece con suficiente precisión. Hace referencia a un Islam bastante establecido, por lo menos entre las personas influyentes de la población, existencia de instituciones musulmanas, lugares de culto, días y horas de oración, jueces y sabios, fiestas musulmanas etc… aunque también costumbres paganas, chocantes para un musulmán exigente como él.

Me limito a trazar las grandes líneas de esta expansión, los apoyos de que se sirvió el Islam para expandirse por el continente. Son diversos y se presentan a lo largo de la historia como olas sucesivas.

1. La jihad, la guerra santa.

Reconozco que hablar de guerra santa es un tema delicado hoy día…pero no se puede soslayar u ocultar, por razón de un falso ecumenismo. Y sabemos que la palabra jihad no quiere decir primordialmente guerra santa. Pero se emplea en ese sentido en muchas ocasiones. La expansión del Islam por medio de una conquista, ya en tiempos de Mahoma y después en tiempos de los cuatro primeros califas y de la dinastía de los Omeyas hasta la época de los abasíes, es un hecho histórico que no se puede negar. No hay un solo musulmán que desconozca los Maghazi, o Campañas militares de Mahoma.

En honor a la verdad, en África subsahariana la jihad propiamente dicha ha tenido lugar en muy pocas ocasiones, probablemente porque no se corresponde a la manera de ser de la mentalidad africana. Históricamente ha tenido lugar sólo en dos momentos: en el siglo XI con los almorávides y el de los fulani, en el correr del siglo XIX, que no tuvo repercusiones duraderas. En cambio, el Islam se ha establecido en África más bien por simbiosis y por mimetismo, a favor del paso del tiempo, a través de formas más sutiles, como el ejemplo, la persuasión, el proselitismo y el ejemplo de personas que llamaban la atención por su nobleza de alma, su prestancia y su dignidad exterior.

2. El comercio

Sin duda, el factor más importante de la Islamización, no sólo en el pasado, sino también en los tiempos actuales. El comercio y las rutas del comercio son como las huellas del Islam en África. Todavía hoy, en muchos lugares, como Burkina Faso, Malí, Costa de Marfil, musulmán es sinónimo de comerciante o de persona rica. El comercio y los transportes están en manos de los musulmanes. El noventa por ciento de los chóferes son musulmanes. Ellos representan la figura del éxito social y de la riqueza, signo de bendición divina, algo que encaja bien con la mentalidad tradicional africana.

Comercio e Islam han ido unidos históricamente, el mundo árabe formaba parte de la red de comunicaciones comerciales entre oriente y occidente. Mahoma creció en un universo marcado por las relaciones comerciales. Por ello, parece natural que con la expansión del Islam, el comercio se expandiera enormemente y que comerciantes musulmanes encontraran su camino en las más remotas partes del mundo entonces conocido. Una prueba de ello es el gran número de monedas islámicas encontradas hasta en la zona del mar Báltico. El deseo de adquirir oro llevó a los comerciantes musulmanes de Marruecos y de Libia a atravesar el Sahara hacia Tombuctú y Gao y en la costa oriental de África surgieron florecientes ciudades comerciales como Kilua, Zanzíbar, Malindi y Mogadiscio, que abastecían los mercados del mundo islámico no sólo de oro, esclavos y marfil, sino también de exóticas maderas y piedras preciosas.

El comercio con África, a pesar de la dificultosa barrera del desierto está bastante bien documentada. Las rutas comerciales de aquel tiempo son harto conocidas, lo mismo que los objetivos comerciales: la obtención de productos como la sal, oro, colmillos de elefante, y esclavos entre otras cosas. El Andalus y el Magreb eran las plataforma de arranque de todo ese comercio hacia Europa y Oriente.

Mas´udi, un escritor árabe del siglo X da cuenta de la existencia del comercio sahariano del oro: En Sudán, se encuentra el reino de Ghana, limítrofe con el lugar donde se encuentran las minas de oro. Pero, hay una línea de demarcación que no deben sobrepasa los que van allí. Los comerciantes se acercan a esta línea con sus mercancías, las depositan allí. Los nativos se acercan, depositan la cantidad de oro que ellos estiman y se vuelven. Los comerciantes se aproximan de nuevo, ven si están de acuerdo, si no se vuelven. Los nativos entonces aumentan la cantidad de oro…” (Joseph M. Cuoq, pag. 60 de Recueil des sources árabes).

En lo que concierne al comercio de esclavos: Creo que es bueno señalar que el comercio de esclavos en toda el área del Sahel, fue una práctica exigida tanto por la demanda exterior de África del Norte y Oriente Medio, como por la demanda de la estructura feudal de algunas tribus de raza blanca, como los tuaregs. Mauritania es todavía un ejemplo de ello.

3. Cujus regio ejes religio

Ya en el siglo XV muchos jefes locales se habían convertido al Islam, con ellos, aunque con mucha parsimonia, pasaban a la nueva religión amplios sectores de la población, por el principio medieval de que los súbditos tenían que seguir la religión de sus reyes. Una aplicación, a menor escala, de ese mismo principio es que la mujer sigue la religión del marido, algo muy corriente en África.

4. Las Hermandades musulmanas (tariqa-turuq)

Otro factor más en la Islamización de África fueron las cofradías. Éstas nacieron a partir del siglo XII, como consecuencia del rechazo oficial del Islam a la experiencia individual de los sufíes. El sufismo clásico no dejó de ser un fenómeno religioso marginal en el Islam. La literatura de aquel tiempo apenas los cita. El sufismo clásico desaparece, pero renace de otra manera, orientándose hacia un movimiento de masas, abierto a todas las capas de la población.

La influencia real de las cofradía en África comenzó a sentirse, sobre todo, a partir del siglo XVI. Son ellas las que probablemente más han contribuido a la expansión del Islam en África y a conferir al Islam africano su carácter más genuino, probablemente porque corresponden mejor a la mentalidad africana. Los aspectos que más concuerdan con la mentalidad africana son los siguientes:

la forma de oración que integra la danza y el canto

el liderazgo de una persona que posee y puede trasmitir la bendición de Mahoma

el sentido de pertenencia a una fraternidad (la familia, el grupo)

señas claras de identidad (uniforme, por ejemplo)

aceptación de aspectos más cercanos a la cultura africana: uso de amuletos a base de versículos del Corán, Encartaciones…

Las cofradías son muchas en todo el ámbito del Islam. Los nombres de las cofradías difieren según los países en donde se afincan, pero las más importantes en África occidental son la Tidjaniyya y la Qadiriyya, que son más universales. Hay otras que pertenecen más al ámbito local, como el Muridismo y el Hamallismo, en Senegal y Malí.

Hoy día, las presiones de Libia y Arabia Saudí, en su intento por purificar el Islam de las prácticas, a veces poco ortodoxas de las cofradías, hace que éstas estén perdiendo fuerza.

5. El factor demográfico:

No voy a insistir en ello. El crecimiento demográfico es un hecho en toda África. Vale para todas las religiones. No solamente para el Islam. Algunos observadores apuntan, sin embargo, que la natalidad es el factor principal del crecimiento del Islam, más importante que el del proselitismo. Se calcula que el crecimiento es del 3%, cosa que permite doblar la población cada 25 años.

6. El factor político

Hoy en día, asistimos cada vez más al fenómeno de politización de la religión, se está dando en todos los países de mayoría musulmana, con el deseo de imponer la Charia en los países de mayoría musulmana, Malí, Níger y Nigeria.

Otro fenómeno del que ya se ha hablado también es el factor de radicalización de algunos sectores, pero son pocos los musulmanes negro-africanos que han entrado en la dinámica de los grupos violentos salafistas.

7. El factor educativo

En la elaboración de la identidad del Islam ha jugado un papel esencial la educación, a través de las escuelas coránicas. Las escuelas coránicas fueron en su tiempo, y lo son todavía, aunque en menor escala, la institución escolar más importante del Islam en África. Los métodos de enseñanza eran los clásicos de hace todavía poco tiempo: la vara y la repetición sistemática de textos del Coran, escritos sobre tablillas de madera…todo ello en torno a un imán, que disponía de amplios derechos sobre sus pupilos. Todavía hoy la escuela coránica es un medio de vida para estos maestros, que se hacen pagar sus lecciones con trabajos serviles en el campo y cuotas, que los talibés deben mendigar en las calles de la ciudad.

Las escuelas coránicas, que aún persisten, están sufriendo una evolución patente, integrando el francés y otras asignaturas, para hacerlas homologables con las demás escuelas primarias. Muchos de los niños que han pasado por las escuelas coránicas son candidatos a subvenciones para ir a estudiar en Centros islámicos más competentes, como las Universidades de el Zituna, en Túnez, la de Qarawiyiine en Marruecos, y al Azhar en Egipto.

Hoy la educación de las masas musulmanas en África encuentra un apoyo extraordinario en los medios de comunicación social, como son la radio, la Televisión, e Internet. Estos medios transportan en sus ondas mensajes muy variados, según las tendencias que existen hoy mismo en el Islam contemporáneo, desde la enseñanza más clásica hasta el Islam más radical. Ya hemos hablado de ello, al comentar más arriba la impresión que se tiene de una radicalización del Islam en el entorno del mundo árabe, iraní y paquistaní.

8. El factor religioso

El factor religioso ha jugado poderosamente a favor del Islam. El valor intrínseco de su mensaje sobre Dios, el hombre, los valores que transmite, su modo de vivir y de actuar, los elementos culturales que aporta han favorecido la expansión del Islam en África.

El icono que mejor encarna la vitalidad del Islam en África: es la mezquita: como centro de actividad global, de enseñanza y de formación religiosa, cultural y social… El número de las mismas ha aumentado tan extraordinariamente con el apoyo financiero de los países árabes y también de las Instituciones islámicas modernas, como son el Congreso del Mundo Musulmán, la Liga del Mundo Musulmán y la Organización de la Conferencia islámica.

IDENTIDAD DEL ISLAM AFRICANO

Cuando el Islam se presentó a las puertas de África negra, allá por los siglos XI y XII, las instituciones islámicas se habían terminado de elaborar, prácticamente en la forma en que lo conocemos, desde el punto de vista de la teología, la mística, el derecho…

Los musulmanes consideraron a las religiones tradicionales africanas simplemente como paganas, en el sentido peyorativo de la palabra, es decir como gentes idólatras, a los que no se dejaba otra opción que la conversión.

Dada la falta de aprecio del Islam hacia las costumbres africanas, los musulmanes no aplicaron el principio del “ijtihad” para incorporar las costumbres africanas a la ley musulmana, cosa que ya se hizo en otras culturas, con los instrumentos clásicos de la jurisprudencia (analogía, consenso u opinión o incluso los usos locales, es decir, el ´urf).

La configuración del Islam africano en sus líneas generales es la tradicional suní, que aplica en su jurisprudencia la rama malikí…Está influenciado sobre todo por el Islam del Norte de África y del mundo árabe…

El Islam africano tiene también un talante propio, que lo distingue del de otras partes del mundo. Hampaté Ba, el sabio del Malí, lo decía de una manera expresiva: “El Islam es como un río, que se viste del color de la tierra por donde pasa”.

Durante el último viaje que realicé en febrero de este año, por tierras africanas (Argelia, Malí y Burkina Faso), me contaban una anécdota bastante significativa. Es casi un chiste, pero da idea de cómo es el Islam africano. Lo cuento: Preguntaba alguno por las estadísticas religiosas en Malí y decía: ¿Cuántos son los musulmanes en Malí? -El noventa por ciento de sus habitantes, respondían orgullosos los musulmanes. Y ¿cuántos son los cristianos, preguntaban de nuevo: -Apenas un dos por ciento, respondían avergonzados los cristianos. Y ¿los paganos? ¿los creyentes de las religiones tradicionales, cuántos son? -El cien por cien, era la respuesta jocosa de los malienses. que no eran ni cristianos ni musulmanes.

Tanto los cristianos como los musulmanes africanos conservan de alguna manera sus creencias y su mentalidad tradicionales. La impronta de la familia, de la etnia, de la cultura africana permanece, bien a pesar de las conversiones al Islam. Los africanos lo explican de una manera muy descriptiva: “La sangre es más pesada que el agua, dicen”. Es decir, los lazos familiares, la sangre, la etnia cuenta más que las convicciones religiosas, para protegerse contra los espíritus, usando la adivinación, la consulta a los fetiches, el culto a los antepasados, el mantenimiento de las tradiciones en torno al matrimonio y a los ritos funerarios.

Unido a este aspecto del sincretismo viene otro aspecto que tipifica al Islam africano. Se trata de un Islam popular, el Islam de las cofradías, el del culto a los santos, a los intermediarios… Es decir, aspectos que dan importancia a aspectos inaceptables para el Islam oficial. Aunque, popular no quiere decir débil en las convicciones.

También es un Islam ignorante en general, con excepciones debidas a la formación que cada vez más reciben algunos estudiantes africanos… pero la masa conoce poco, ya que la vida cultural y religiosa se hace en árabe.

Islam tolerante Hay un hecho que ocurre bastante frecuentemente: la coexistencia pacífica en una misma familia de adeptos de varias religiones: la religión tradicional, musulmana y cristiana. Conozco obispos y sacerdotes africanos cuyos padres son musulmanes. Es bueno señalar, sin embargo, que los africanos, en general, se mantienen, por el momento, al margen de las querellas políticas entre el mundo árabe e iraní y el occidental. Pero, acaso, es cuestión de tiempo solamente, ya que el sustrato adecuado para el nacimiento del terrorismo Islamista existe: pobreza, gobiernos caóticos y antidemocráticos… Algunos brotes se han manifestado ya en algunos países: Nigeria, Tanzania y Kenia…

FUTURO DEL ISLAM

Es difícil hacer previsiones sobre el futuro de las religiones en África. El porvenir del Islam en términos de crecimiento es una realidad, un factor que hay que tener en consideración. Las religiones universalistas tienen porvenir, al menos, en términos de crecimiento numérico. Pero la crisis religiosa afecta a todas las religiones, y el Islam no se librará probablemente de ello. La indiferencia religiosa y el ateismo se hacen cada vez más masivos. El verdadero éxito dependerá de la manera en que las religiones sepan responder a las esperanzas de la gente, tanto humanas como religiosas, haciéndose solidaria de la humanidad, asumiendo los grandes desafíos de hoy: el hambre, la pobreza, las enfermedades, la democracia, los derechos humanos, la situación de la mujer, el desarrollo económico y el cuidado de la creación. El éxito de una religión no se mide solamente por el culto ofrecido a Dios, sino también por su servicio desinteresado al hombre.

Por otra parte: pienso que hoy más que nunca es necesario plantear bien las bases de un verdadero diálogo intercultural y religioso. En las sociedades modernas no valen los criterios religiosos para asentar los derechos ciudadanos. La base es la igualdad de todos ante la Constitución y la ley. El derecho de ciudadanía, no el de pertenencia a una religión determinada. La violencia no es el camino. El camino es el respeto mutuo, el diálogo…La violencia no es razonable, ni siquiera en nombre de una fe.

CONCLUSIONES:

1. Recordar que la Islamización ha sido un proceso histórico muy largo, en el que han intervenido muchos factores y durante mucho tiempo. Este proceso continúa hoy todavía… No podemos precisar su contorno.

2. Recordar que la identidad del Islam africano tiene un carácter específico, pero, la influencia de las tendencias modernas, motivadas por una globalización imparable se hace sentir cada vez más. Esperemos que la tolerancia y el respeto sean el camino de las religiones para la convivencia armoniosa de todos los africanos.

3. Recordar lo que nos dice Hans Küng:

No habrá paz entre las naciones sin paz entre las religiones

No hay paz entre las religiones sin diálogo entre las religiones

No hay diálogo entre las religiones sin normas globales éticas comunes a todos…

Agustín Arteche Gorostegui

Misionero de África

Presidente de la Fundación Sur

Autor

  • Arteche Gorostegui, Agustín

    AGUSTÍN ARTECHE Gorostegui nace el 3 de febrero de 1937 en Azpeitia, Guipúzcoa. Cursó estudios de Humanidades en el Seminario de San Sebastián de 1951-52 y de 1955-56. Desarrolló sus estudio de Filosofía en el mismo Seminario de 1956 a 1959. En 1959 ingresa en el Noviciado de los Misioneros de África en Gap, Francia, y en 1964 termina sus estudios de Teología y se ordena sacerdote. En 1967 obtiene el Diplomado en Árabe y Ciencias Islámicas por el PISAI.

    En 1967 comienza su actividad misionera en Burkina Faso, país en el que permanecerá hasta 1987. Durante este época es nombrado Secretario de la Conferencia Episcopal de Burkina Faso para las relaciones con el Islam, desde 1970 hasta 1987, y escribe el libro, a petición de la Conferencia Regional de África del Oeste (CERAO), “Connais-tu ton frère : Pour mieux connaître les musulmans”. De 1992 a 2002 desarrolla sus actividad misionera en Sudán. En julio de 2002 es nombrado Redactor jefe de la revista “Africana” y en 2005 es designado Provincial de los Misioneros de África (Padres Blancos).

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