En la zona rural de Zimbabue, una ONG espera que las niñas puedan seguir estudiando gracias a sus bicicletas. En esta región, muchos niños, especialmente niñas, abandonan la escuela debido a las largas distancias que tienen que recorrer. Rejoice Muzamani, una estudiante de séptimo grado, caminaba hasta 20 kilómetros por día, llegaba exhausta y le costaba seguir el ritmo de las clases. Muzamani explica: “Aunque me levantaba temprano, me resultaba difícil llegar a tiempo debido a las tareas del hogar.»Después de recibir una bicicleta, ahora llega a la escuela a tiempo y tiene más energía para aprender. Según los expertos, soluciones de movilidad como ésta permiten a las niñas continuar su educación, lo que reduce las tasas de abandono escolar y los matrimonios forzados.
En Zimbabue, las largas distancias entre los hogares y las escuelas en las zonas rurales impiden que muchos niños asistan a clases regularmente. Rejoice Muzamani, una estudiante de séptimo grado del sureste de Zimbabue, caminaba hasta 20 kilómetros para ir a la escuela todos los días, a menudo llegaba exhausta y tenía dificultades para llegar a casa antes del anochecer. El viaje no sólo era agotador, sino peligroso, con el riesgo de encontrarse con algún animal salvaje en el camino. Sin embargo, desde que recibió una bicicleta a principios de 2021, ahora transita por caminos de tierra estrechos con mayor facilidad y tiene más energía para concentrarse en sus estudios.
Desde su lanzamiento en 2009, el programa World Bicycle Relief ha proporcionado más de 60.000 bicicletas a estudiantes de Zimbabue. Esta iniciativa tiene como objetivo principal facilitar a los niños, especialmente a las niñas, permanecer en la escuela y alentarlas a continuar sus estudios superiores.
Muzamani vive con su abuela y dice que es su bicicleta la que le permite llegar a tiempo y concentrarse en sus estudios. Desde que consiguió su bicicleta, Muzamani ha podido seguir sus clases sin limitaciones de tiempo y, después de terminar la secundaria, planea estudiar contabilidad en la universidad.
Siguiendo las tradiciones de Zimbabue, las niñas tienen otras responsabilidades domésticas, como cocinar y limpiar, que consumen mucho tiempo y energía. La señorita Muzamani dice: “A menudo llegaba tarde y perdía clases. Aunque me desperté temprano, me fue difícil llegar a tiempo debido a las tareas del hogar». Ahora, gracias a su bicicleta, nunca falta a clase y puede cumplir con su horario y tomarse el tiempo para hacer sus tareas escolares y domésticas.
Faith Machavi es una estudiante de secundaria de otra parte de Zimbabue que enfrenta luchas similares a las de Muzamani. Machavi dice: “Algunos de mis compañeros abandonaron la escuela o se casaron temprano debido a las largas distancias que tenían que recorrer para llegar a ella». Agotada por los largos desplazamientos y la búsqueda de un equilibrio con las tareas del hogar, la señorita Machavi casi abandonó sus estudios y su sueño de convertirse en abogada.
Sin embargo, en 2022, recibió una bicicleta de World Bicycle Relief por menos de 5 dólares. Gracias a esto, ya no faltó a clases y pudo encontrar un equilibrio entre cumplir con el horario y realizar las tareas del hogar.
Maxim Murungwen es un especialista en derechos del niño. Ella dice que la iniciativa de la bicicleta permite a las niñas administrar su propio tiempo y las ayuda a planificar con anticipación, sabiendo que pueden moverse por sus comunidades.
En 2022, el presidente Emmerson Mnangagwa promulgó la Ley de Matrimonios que prohíbe el matrimonio de menores de 18 años. Esta nueva ley se promulgó con el objetivo de mitigar las repercusiones del matrimonio infantil, incluida la deserción escolar y el embarazo precoz. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, una de cada tres mujeres en Zimbabue se casa antes de llegar a la edad adulta y más de una de cada cinco adolescentes tiene un hijo. La iniciativa de la bicicleta permite a las niñas evitar el matrimonio precoz y seguir una educación superior.
Murungweni sigue alentando al Gobierno y a los socios para el desarrollo a ampliar iniciativas como ésta, con vistas a ayudar a los niños y niñas marginados a acceder a la educación a través de una mejor movilidad.
Esta noticia se basa en un artículo escrito por Farai Shawn Matiashe para Interpress News Service, titulado “En las zonas rurales de Zimbabue, las bicicletas mantienen a las niñas en la escuela.» Para leer el artículo completo, haga clic aquí.
Fuente: Farm Radio
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