En Farm Radio International, respondemos a la pregunta «por qué la radio» con más frecuencia de lo que queremos admitir. Y, en un mundo donde aplicaciones, blockchain e inteligencia artificial (AI) hay nuevas y emocionantes formas de mejorar la agricultura, lo entendemos.
Nuestro trabajo a menudo se parece un poco a esto: las organizaciones acuden a nosotros con un problema, como aumentar el uso de una nueva innovación de maíz o crear conciencia sobre estereotipos de género. Hablamos con los agricultores sobre qué información necesitan para resolver ese problema. Luego, trabajamos con las estaciones de radio en las que los agricultores nos han dicho que confían en vistas a desarrollar un programa interactivo de radio diseñado para ayudar a agricultores a adoptar diferentes soluciones a ese problema.
Esa es la versión simple. Detrás de esos pasos hay años de investigación sobre lo que hace un buen programa interactivo de radio; experiencia en técnicas de comunicación para el desarrollo; capacitar a radiodifusores sobre cómo hacer que los programas sean inclusivos, participativos y atractivos; y la tecnología digital que convierte a estos programas de radio en una conversación bidireccional que permite a los agricultores hacer preguntas, participar e involucrarse en los temas en cuestión.
Aun así, la pregunta persiste, ¿por qué la radio?
Con demasiada frecuencia la transformación digital de la agricultura deja atrás a pequeños agricultores. Ciertamente no intencionalmente, pero sucede de todos modos. Usamos la radio porque creemos que sigue siendo la forma más inclusiva y accesible de llegar a los pequeños agricultores de África. Cuando alfabetización es un desafío donde generalmente se habla idiomas indígenas y cuando los agricultores, especialmente mujeres, todavía no tienen el mismo acceso a Internet o incluso a teléfonos inteligentes, la radio sigue siendo una herramienta esencial para mejorar la vida de los pequeños agricultores.
Pero eso no significa que sea la única manera.
Entonces, ¿qué puedes hacer para garantizar que tus proyectos digitales de transformación de agricultura sean inclusivos y participativos?
1. Encuentra tu audiencia donde está
Puede parecer obvio, pero el uso de aplicaciones y programas digitales que la gente ya utiliza tendrá a menudo mayor éxito y aceptación que diseñar un sistema completamente nuevo e intentar convencer a alguien para que lo descargue.
En un seminario web que organizamos sobre comunicación durante la nueva fase de COVID-19, Andy Pattison, de la Organización Mundial de la Salud, señaló lo mismo:
“En el teléfono inteligente promedio tenemos 30 aplicaciones. Lo que estoy tratando de hacer es entrar en las cuatro aplicaciones que usáis todos los días, sean las que sean. No estamos tratando de arrastrar a la gente al canal de la OMS, lo que estamos tratando de hacer es llevar nuestro contenido a los canales que tiene la gente”.
No debemos estar tan enamorados de cualquier nuevo producto que hayamos creado como para olvidar que la gente necesita verlo y usarlo. La energía que gastamos tratando de convencer a gente para que descarguen una nueva aplicación, a menudo se gasta mejor tratando de dar espacio para escuchar las preocupaciones genuinas de audiencias rurales, abordar estas preocupaciones y, en última instancia, dar una oportunidad a los agricultores para que tomen sus propias informadas decisiones en torno a prácticas agrícolas mejoradas.
Usamos la radio porque, en este momento, eso es lo que usan los agricultores en las regiones en las que trabajamos. Las estimaciones sitúan el acceso a la radio en África entre el 80 y el 90 %. Incluso cuando los agricultores no poseen un equipo pueden tener acceso en su comunidad o sintonizar grupos de escucha. La radio se usa también a menudo en la granja, y se puede escuchar incluso mientras se realiza el arduo trabajo agrícola.
En uno de nuestros proyectos con la Corporación Financiera Internacional sobre aves de corral en Etiopía, por ejemplo, nuestra investigación formativa mostró que más de cuatro de cada cinco avicultores tenían acceso a un aparato de radio y podían sintonizar su respectiva estación regional de radio. Además, ese proyecto estaba dirigido tanto a avicultores como a agentes avícolas. Solo el 57 % de los agentes avícolas tenía acceso a una radio, pero dos de cada tres agentes poseían teléfonos inteligentes.
Desarrollamos un proyecto que usaba la radio para llegar a estos granjeros y luego convertimos esos programas en podcasts, además de desarrollar breves «Consejos agrícolas» para enviar como archivos de audio a agentes avícolas usando Telegram y WhatsApp.
2. Diseñar multimodales proyectos multimedia de agricultura
Nuestros estudios muestran que cuando se diseñan proyectos agrícolas las intervenciones múltiples funcionan mejor. Si bien usamos radio interactiva, sabemos que rara vez hay algo mejor para explicar una nueva práctica que mostrársela en persona a un agricultor y luego capacitarlo sobre cómo hacer lo mismo, aunque es probable que la radio llegue a más personas con menos costo. Las Demostraciones en vídeo brindan un término medio, pero pueden requerir acceso a Internet. Los cómics brindan formas divertidas de acceder a la información, pero no todos saben leer y escribir. Está demostrado que la aceptación es mayor cuando todos estos canales trabajan juntos para enviar la misma información de diferentes maneras: se llega a más personas, de más maneras, con la misma información.
Ver algo una vez puede no significar que lo intentarás. Tener ese mensaje reforzado de diferentes maneras significa que podrías comenzar a considerarlo.
En Tanzania, nuestro proyecto de servicio meteorológico con el Servicio Meteorológico de Tanzania y el Programa Mundial de Alimentos aborda la información meteorológica y agrícola de diferentes maneras. Los mensajes SMS envían información meteorológica; los sistemas interactivos de respuesta de voz permiten a los agricultores llamar, acceder a información adicional y dejar preguntas; los mensajes de voz envían consejos relacionados con la agricultura que se aplican al clima; y los programas de radio abordan el clima en general junto con soluciones agrícolas que se aplican a áreas locales. Hemos comprobado como se hacía un gran uso de nuestros servicios de llamadas y mensajes de texto.
Como parte de un consorcio para mejorar las tecnologías de las legumbres en Tanzania, apoyado por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC), trabajamos con cinco organizaciones para probar cómo los programas de radio, los comics, las demostraciones y los días de capacitación en el campo podrían servir en conjunto para mejorar el cultivo de las legumbres. En total, 508.000 habitantes rurales escucharon al menos un programa de radio; se publicaron más de 504.000 cómics; 3.845 agricultores asistieron a jornadas de capacitación sobre el terreno; y se sembraron 32 parcelas de demostración, 655 662 agricultores recibieron información sobre cómo mejorar la tecnología de cultivo de las legumbres y casi uno de cada cinco de esos agricultores adoptó al menos una tecnología mejorada.
3. Considerar la brecha digital
No es ningún secreto que cuando ocurre una rápida digitalización mucha gente se queda a menudo atrás. La alfabetización, la propiedad, la asequibilidad y la comodidad con la tecnología juegan un papel en la facilidad de adopción cuando se proponen nuevas tecnologías. Si bien los jóvenes y aquellos con más recursos y educación pueden llegar más lejos y más rápido con el nuevo acceso a las herramientas, es importante que consideremos a aquellos que no tendrán las mismas oportunidades.
A nivel mundial, alrededor del 72 % de los hogares en áreas urbanas tienen acceso a Internet en el hogar, casi el doble que en áreas rurales, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Estas brechas de conectividad son pronunciadas en los países menos desarrollados del mundo donde el 17 % de la población rural vive en áreas sin ninguna cobertura móvil. Esto está cambiando rápidamente, pero es importante considerar el acceso a las tecnologías que proponemos a medida que buscamos digitalizarnos más.
Y estas divisiones se pueden ver también entre géneros. En África, solo el 20 % de las mujeres usan Internet en comparación con el 37 % de los hombres.
No tenemos respuestas fáciles para mejorar la inclusión de las mujeres. Lo que hacemos es tratar de incorporar el acceso a nuestros proyectos. Organizamos grupos comunitarios de escucha solo para mujeres donde las mujeres pueden discutir juntas lo que escuchan en la radio. A veces, brindamos capacitación a estos grupos sobre cómo usar teléfonos inteligentes y crédito telefónico para que puedan llamar a las estaciones de radio y ofrecer comentarios a programas. Cuando otras mujeres escuchan sus voces eso las alienta a hacer lo mismo. Nuestras líneas telefónicas de respuesta de voz interactiva (IVR) son dirigidas por mujeres para garantizar la comodidad de quienes llaman. Para garantizar la igualdad de las voces escuchadas en radio, ocasionalmente operamos con líneas telefónicas separadas para mujeres, especialmente cuando los hombres, ansiosos por llamar, llenan la línea de llamadas regulares.
4. Asegurar que mecanismos de retroalimentación (particularmente los inmediatos) estén integrados en su proyecto
Los proyectos cada vez más digitales de agricultura crean oportunidades increíbles para la retroalimentación. De hecho, ese es uno de los principales beneficios de la digitalización de la agricultura. Una de las fallas de los proyectos de desarrollo agrícola a gran escala es que a menudo verificamos nuestro progreso solo dos o tres veces, tal vez en la evaluación intermedia o al final de un proyecto. Esto no ofrece el suficiente tiempo para realizar correcciones de rumbo.
“Sin diálogo no hay comunicación, y sin comunicación no puede haber verdadera educación”, escribe Paolo Freire en Pedagogía de oprimidos. Esta es la raíz de la comunicación participativa. Si queremos mejorar la agricultura debemos escuchar de verdad y capacitar a los agricultores para que se apropien de las soluciones que presentamos.
En nuestro trabajo, por ejemplo, esto significa que los programas de radio por sí mismos no son suficientes. Utilizamos nuestra plataforma Uliza, un conjunto de herramientas digitales que permiten a las estaciones de radio interactuar con los oyentes mediante sistemas IVR, encuestas y teléfonos móviles. Esto permite a los agricultores llamar con preguntas que literalmente pueden ser respondidas en el siguiente episodio. Si realizamos encuestas podemos ver si los agricultores están aprendiendo los temas abordados durante el programa y saber si debemos adoptar un enfoque diferente.
En Etiopía ejecutamos un programa sobre mijo con la Fundación Bill y Melinda Gates. Cuando nos dimos cuenta que llegaban pocas llamadas y las pocas que había hablaban sobre la posibilidad de una próxima sequía, con la ayuda de la estación de radio cambiamos todo el proyecto y los programas de radio para abordar lo que realmente era necesario: información sobre cómo prepararse para una sequía, todo en cuestión de semanas.
5. Trabajar con actores locales
En Farm Radio, podemos ser expertos en interactividad y diseño de programas, pero no somos expertos en las diversas comunidades en las que trabajamos. Lo que funciona en una comunidad en Tanzania, puede no ser el truco para una comunidad en Malí. Si bien la intervención agrícola puede ser la misma de un país a otro, no podemos producir el mismo contenido y esperar que un agricultor en esos dos lugares tenga las mismas probabilidades de intentarlo. No solo difiere el idioma sino que también pueden cambiar la cultura, la religión, el conocimiento local, el uso de dispositivos móviles o Internet e, incluso, los estilos populares de entretenimiento.
Además, ¿qué razones podría tener un agricultor para confiar en una intervención diseñada para un país completamente diferente que no se produjo en su propio idioma?
Es por eso que tenemos emisoras que lideran la elección de contenidos, reuniendo agricultores y ejecutando sus programas. Son expertos cuando se trata de sus comunidades y oyentes y su trabajo es, en última instancia, encontrar formas de atraerlos. Ya tienen relaciones y, por extensión, confianza con las comunidades a las que sirven. Garantizan que los proyectos sigan siendo cultural y localmente apropiados y, a veces, incluso llevan la conversación más allá de lo que imaginamos. Trabajar con actores locales y capacitarlos para liderar programas digitales significa también que la experiencia permanece en las comunidades garantizando que los beneficios puedan mantenerse en años venideros.
Para llevar
La transformación digital de la agricultura brinda innumerables oportunidades para llegar a más y más personas con mejores herramientas para mejorar sus campos y, por extensión, sus comunidades. Pero debemos estar seguros de una cosa: que no dejemos atrás en nuestra excitación a las personas más vulnerables. Al centrar a población rural y a agricultores desatendidos, especialmente a mujeres, en el centro de nuestro trabajo podemos garantizar que todos, no solo los más acomodados, puedan ser atendidos por igual y podamos avanzar juntos.
* Este blog es parte de la serie GFAR Partners in Action, que celebra los logros de la diversa red de socios de GFAR, incluida Farm Radio International, que trabajan juntos para dar forma a un futuro nuevo y sostenible para la agricultura y la alimentación.
Fuente: Farm Radio International
[Traducción, Jesús Esteibarlanda]
[CIDAF-UCM]
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