Los ciudadanos de la República del Congo tendrán que mostrar su pasaporte y visa para viajar a Kinshasa, según anunció el ministro del Interior congoleño, Richard Muyej, quien dijo estar “sorprendido” por una medida similar que adoptó Brazzaville hace unos días para los residentes de la República Democrática del Congo. El costo de las visas en ambos países va de los 80 a los 240 dólares, una suma exorbitante para los ciudadanos.
Muyeh reconoció que los dos países están en “crisis abierta” desde la expulsión de miles de congoleños de Brazzaville desde el pasado mes de abril. Oficialmente, el Congo puso en marcha un importante operativo policial para combatir la inseguridad y la inmigración ilegal. Sin embargo, el ministro del Interior dejó la puerta abierta a un “diálogo” para resolver la disputa.
Kinshasa y Brazzaville están separadas por una frontera natural, el río Congo.
MISNA