Alrededor de 13 casos de violación en grupo se han registrado en Burundi desde principios de diciembre, según el Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein. En un comunicado difundido el viernes pasado, también declaró que ha habido un fuerte aumento en la tasa de asesinatos en diciembre y testigos presenciales han informado de la existencia de nueve fosas comunes. Burundi ha sido desgarrado por la violencia desde que el presidente Pierre Nkurunziza decidió presentarse para un controvertido tercer mandato. La violencia ha continuado desde que ganó las elecciones.
Las nuevas acusaciones de abusos contra los derechos humanos en Burundi son alarmantes. Cerca de 350 personas han muerto de forma violenta por motivos políticos desde abril de 2015, según un informe de Amnistía Internacional y otros supervisores internacionales de derechos humanos.
Violaciones en grupo y fosas comunes
Al hablar de las violación en grupo como un nuevo e inquietante patrón de violación, Zeid Al Hussein, explicó que: «el patrón fue similar en todos los casos: las fuerzas de seguridad presuntamente entraron en las casas de las víctimas, separaron a las mujeres de sus familias y las violaron».
Informes de testigos oculares han denunciado que algunos miembros del partido gobernante, el CNDD-FDD (Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia -Fuerzas para la Defensa de la Democracia), conocido como Imbonerakure, junto a fuerzas de la policía y el ejército detuvieron a varios jóvenes. Posteriormente fueron trasladados a destinos desconocidos, mientras que algunos fueron torturados y asesinados. El Imbonerakure, también obligó a la gente a cavar tumbas (de los cuales se habían encontrado nueve, según testigos presenciales) tras lo cual fueron ejecutados. Más de 100 cuerpos han sido encontrados en estas fosas comunes, según la ONU.
La reacción del gobierno al informe de violación de los derechos humanos
El portavoz del presidente Nkurunziza, Gervais Abayeho, desestimó las pretensiones de la Comisionada de la ONU en una entrevista con una radio local el viernes. Insistió en que se trata de sólo unos pocos barrios los que se han visto afectados en Bujumbura (la capital de Burundi).
Según Abayeho, «estos son informes son para nosotros injustificados, sin fundamento y no han sido corroborados. Hacemos un llamamiento a todos aquellos a los que les gustaría visitar Burundi para que vengan a ver, de primera mano, la situación sobre el terreno; ver que estas afirmaciones son falsas. «Aunque está de acuerdo en que Burundi ha sido un caldo de cultivo para la violencia en este último año, declaró que el resto del mundo está haciendo propaganda negativa contra el país.
Conflicto entre hutus y tutsis
Los testigos han afirmado que los tutsis son los principales objetivos de las violaciones. En su declaración, Zeid sugiere que «una dimensión étnica está empezando a emerger y se ve reforzada por una de las mujeres víctimas de abuso sexual que confirmó que su agresor le dijo que estaba pagando el precio de ser una tutsi».
El camino a seguir
Con el número de personas que han dejado Burundi para buscar refugio en otros países vecinos, la necesidad de encontrar una solución duradera a la violencia incesante en el país es cada vez más urgente. Este es el momento para que Uganda se reúna con sus países vecinos, la Unión Africana, las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales con el fin de implementar en plan concreto.
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