Cientos de franceses han abandonado Guinea siguiendo el consejo del gobierno de París, después de la masacre ocurrida el 28 de septiembre, según un oficial del aeropuerto de Conakry.
“La semana pasada, los vuelos a París iban llenos”, declaró Diawara Sirima, del servicio de inmigración del aeropuerto de Conakry. “Varios cientos de personas, la mayoría mujeres y niños, ya han abandonado el país”, añadió.
“Yo me voy temporalmente”, explicó el director de una escuela francesa en Conakry, mientras atravesaba el último control de seguridad del aeropuerto de la capital de Guinea, para volar a París.
Varios centenares, de los aproximadamente 2.500 franceses que viven en la ex colonia del África Occidental se han marchado a Francia, pero otros han expresado su deseo de quedarse y han destacado que París no ha dado órdenes.
Potencial riesgo de seguridad
El ministerio de exteriores de Francia, la semana pasada, “recomendó a los franceses que estuvieran en Guinea que abandonasen el país”, advirtiendo del potencial riesgo para su seguridad tras la violencia de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes de la oposición.
Las clases se interrumpieron inmediatamente en el colegio francés y casi todo el personal de enseñanza se ha marchado. El director del colegio espera no estar fuera por mucho tiempo, tres secretarias están resolviendo los asuntos pendientes, antes de su cierre total.
El ministerio francés advirtió que “no hay perspectivas de una mejora a corto plazo” y añade en su comunicado que “la situación de seguridad se ha deteriorado en Conakry y los ataques de bandidos se han multiplicado, especialmente los ataques armados”.
Pero el comisario del servicio de seguridad del aeropuerto ha asegurado que no hay una salida masiva de franceses”.
Crisis temporal
“Vivimos en perfecto entendimiento con nuestros amigos franceses en Guinea”, señaló el responsable del aeropuerto, añadiendo que el país estaba atravesando una “crisis temporal”.
Algunos franceses aseguran que se quedarán en Guinea, donde la junta está bajo una fuerte presión nacional e internacional, para que despeje el camino hacia el cambio.
“No ha habido orden de evacuación y hemos decidido quedarnos, mi trabajo está aquí», asegura Sophie, que ha venido al aeropuerto a despedir a un amigo.
Andre, el propietario de una pastelería, ha vivido en Guinea durante más de 25 años, bajo el gobierno del difunto Lansana Conté, (1984-2008) y después bajo el gobierno de la junta que tomó el poder tras la muerte del primero. Declara que no está preparado para dejar su pequeño negocio a cambio de una aventura en Francia.
Amenaza xenófoba
“Me obligaron a marcharme”, dice enfadada Sylvie, una trabajadora humanitaria que asegura que no hay amenaza xenófoba contra la comunidad francesa.
En un tono más comedido, la hermana Brigitte, del monasterio Fringabe, en Kindia, en el norte, dice que “nos han aconsejado que nos vayamos… yo pretendo volver, tened la seguridad de que no estamos enfadadas con Guinea”.
Naciones Unidas calcula que alrededor de 150 personas fueron asesinadas el pasado 28 de septiembre, cuando los militares abrieron fuego contra los manifestantes que se habían reunido en el estadio de Guinea, para pedir al líder de la Junta que no se presentase a las elecciones que el gobierno planea celebrar en enero del año próximo.
La junta dice que los muertos fueron 56, mientras que los grupos de derechos humanos aseguran que los muertos fueron 157, y se produjeron más de 1.200 heridos, incluidas mujeres que fueron brutalmente violadas.
(News24, 20-10-09)