Los estudiantes de una escuela ugandesa puede que no siempre se hayan alegrado de escuchar el sonido de la campana de su colegio, pero han visto que la alternativa podría haber sido mucho peor.
Un grupo que viajaba por todo el país para sensibilizar sobre los peligros de minas sin explotar, todavía un gran problema en una región que ha estado marcada por los conflictos durante las últimas décadas, se quedó de piedra al descubrir que los profesores estaban utilizando una bomba sin explotar como campana escolar, según informa el periódico nacional Daily Monitor, el día 3 de julio.
Peor, la bomba todavía estaba activa, aunque los profesores de la escuela de primaria del distrito ugandés de Kasese, en el suroeste, la golpeaban con piedras para llamar a los niños a las clases o grupos, según el periódico.
Alrededor de 700 niños van a esa escuela.
“Fue un shock para nosotros descubrir que lo que estaba utilizando la escuela como campaña era una bomba”, afirma Wilson Bwambale, coordinador de la red Anti-minas de Rwenzori, que añadió que se dieron cuenta del error cuando los profesores utilizaron la bomba en su presencia para llamar a los estudiantes al orden.
Bwambale dice que es una suerte que los profesores estuvieran utilizando una piedra para golpear la bomba. La bomba es de un diseño que requiere una fuerza mayor para detonar, que el impacto de una piedra.
“Su cabeza todavía estaba activa, lo que significa que si hubiera sido golpeada por una fuerza mayor, hubiera explotado al instante, y causado una destrucción indescriptible en la zona. Pero la hemos retirado a un lugar acordonado, donde pronto será explotada”, explicó.
Esta es la segunda bomba encontrada en una escuela en Uganda en seis meses. Los profesores de una escuela diferente descubrieron a sus estudiantes utilizando una bomba sin explotar como juguete, a principios de este año.
Uganda fue devastada por una gran guerra civil hace 20 años, entre 1996 y 2002. Se cree que numerosas bombas todavía están esparcidas por toda la región.
(IOL, 04-07-11)