Resulta impresionante la diversidad de iniciativas, actividades y compromisos que se toman, a diferentes niveles: cultural, laboral, religioso, para promover una mejor calidad de vida y de convivencia, para todas las personas y sociedades.
Las manifestaciones sociales, de mujeres, jóvenes, parados, inmigrantes, etc., nos sorprenden cada día, por su dinamismo y vitalidad, tanto en África como en Europa, para potenciar una vida más digna y libre de toda explotación neocolonial.
– La manifestación de cientos de miles de jóvenes en EEUU para reclamar una convivencia, sin armas, puede significar el nacimiento de un nuevo movimiento social.
– La constatación de que los ciudadanos europeos, ya están optando, por un 35% de iniciativas de economía colaborativa, para: el bien común, comercio justo, banca ética, etc. y abandonando el capitalismo neoliberal, (BM, FMI, BCE) ferozmente acaparador, a costa del pueblo, es un motivo de gran esperanza.
– Las manifestaciones de mujeres y jóvenes en Burkina Faso, Togo, Mali, RDC, Tanzania, Sudáfrica, Zimbabue, Zambia, Kenia, Uganda, etc. para exigir una gobernanza más responsable y una gestión más justa de los recursos disponibles, son también motivo para animarnos a seguir luchando por la igual dignidad de todos.
Necesitamos seguir promoviendo alternativas de una economía más justa y colaborativa, donde todos podamos producir y compartir lo necesario para una vida digna y por tanto para una buena convivencia.
Según especialistas, como Peter Drucker, Joaquín Estefanía etc., las actividades de economía colaborativa han alcanzado en España y en Europa un 35% del total, moviendo ya 335.000 millones de euros al año, y llegarán a un 64% de la economía total, para 2025.
Estas actividades siguen creciendo rápidamente gracias a internet.
Hoy día es más fácil y económico pedir servicios, alojamiento, realizar compras y muchos negocios, a través del móvil y desde casa.
Algunos expertos distinguen entre: las plataformas de economía compartida, como: AirBnB, Uber, Calify, etc, y las actividades de una economía realmente colaborativa, como: cooperativas agrícolas o industriales, comercio justo, banca ética y todas las actividades para el Bien Común.
El Congreso internacional sobre Economía Colaborativa tuvo lugar en la Universidad de Valencia, el 28 y 29 de septiembre 2017, para aclarar temas, como: oferta de servicios, plataformas turísticas, online corporativas, trabajo online, etc. Según J.L. Zimmermann, es necesario un marco regulatorio adecuado para esta economía colaborativa.
Como dijo Abdoul Mbaye de Senegal esta semana: “La autoridad neocolonial, la de fuera y la de dentro, persiste en su control del poder y de los recursos. Por tanto, la lucha por la libertad y el desarrollo colaborativo y sostenible para todos, continua”.
Lázaro Bustince Sola.
Director de África Fundación Sur
11 abril 2018
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