Tropas de Uganda, de la República Democrática del Congo y del Sur de Sudán han atacado las bases del Ejército de Liberación del Señor, en el este del Congo, según un comunicado conjunto de todas las fuerzas armadas.
El supuesto ataque llega seis meses después de que los tres gobiernos se pusieran de acuerdo para lanzar operaciones militares contra el LRA, si Joseph Kony, su líder, no accedía a firmar el acuerdo final de paz, para terminar con dos décadas de conflicto.
Las tres fuerzas armadas atacaron con éxito el organismo principal de Kony y destruyeron el principal campamento del líder rebelde, llamado Swahili, prendiéndole fuego, según el portavoz del ejército ugandés, Paddy Akunda.
Aunque Akunda confirmó que se había tratado de una operación conjunta de los ejércitos de los tres países vecinos, no pudo confirmar todavía si se habían producido bajas en cualquiera de los dos bandos.
El LRA se vengará
David Nyekorach-Matsanga, el portavoz de los rebeldes, declaró a Aljazeera: “Esta es una enorme provocación y el LRA se vengará. Esto ha sido perpetrado por militaristas del ejército de Uganda, que quieren destruir el proceso de paz”, aseguró el rebelde, añadiendo, “No podemos negociar cuando la gente intenta atacarnos. Esto supone un mal precedente”.
Por su parte la Misión de la ONU en la República Democrática del Congo, MONUC, ha asegurado que fue advertida de la operación, pero no formó parte de la misma.
La semana pasada, Kampala acusó a la República Democrática del Congo de haber fracasado en su intento de perseguir a Kony y a sus comandantes.
Miles de muertos
El líder rebelde ha renegado del acuerdo de paz acordado por el gobierno de Uganda y se refugia desde hace tiempo en el este del Congo.
Decenas de miles de personas han resultado muertas y casi dos millones desplazadas en las dos décadas de combates entre el LRA y el gobierno de Uganda.
La guerra civil de Uganda terminó efectivamente en 2006, cuando se lanzó un proceso de paz, pero Kony y sus altos comandantes han permanecido ajenos al proceso y han seguido cometiendo atrocidades en las remotas áreas de los países vecinos.
Kony un semi-analfabeto ex monaguillo, se hizo cargo en 1988 de una rebelión regional entre la minoría étnica Acholi, del norte de Uganda.
Es acusado, junto con sus comandantes, por el Tribunal Penal Internacional, de violaciones, mutilaciones y asesinatos de civiles, así como el reclutamiento forzoso de niños soldado.
(Aljazeera, 15-12-08)