Los oficiales de prisiones ahora recolectan dinero de los presos que están a la espera de juicio, antes de llevarles a los tribunales para su juicio. Estas escandalosas revelaciones se han hecho en el tribunal superior de Lagos, por un preso afectado.
Olubunmi Ibitomi, en su juicio ante la jueza Morenike Obadina, por su supuesto rol en un fraude de 7.8 millones de nairas, dejó caer la bomba cuando la jueza le preguntó porqué no se había presentado ante el tribunal en las tres primeras citaciones.
La acusada declaró ante el tribunal que no pudo acudir porque no había podido reunir el dinero que le requerían los guardas, para facilitar su transporte al tribunal. En concreto la acusada dijo al tribunal que había tenido que reunir 3.500 nairas [unos 23 euros] para que los guardias la llevasen al tribunal, para comparecer en su juicio.
Esta revelación ha causado enfado en el tribunal, especialmente cuando, contrariamente a lo que la rea Ibitomi había declarado como la razón de sus ausencias anteriores, una guarda de su prisión había mentido con anterioridad, cuando había declarado ante el tribunal que la acusada se había negado rotundamente a comparecer ante la corte.
Consecuentemente, la jueza preguntó a la oficial de la prisión si lo que la acusada estaba confesando era verdad.
La oficial de prisiones respondió que “a veces, cuando no hay dinero para gasolina, le pedimos a los presos que pongan dinero para comprar carburante para el vehículo”. Aparentemente sin impresionar por estas explicaciones, la jueza declaró que esta práctica es inaceptable para la administración de justicia y prometió que informaría formalmente a las autoridades de las cárceles sobre estos sórdidos acontecimientos, señalando que otras prisiones podrían estar experimentando problemas similares.
Alarmados por la postura del tribunal sobre el asunto y sus posibles implicaciones sobre el bienestar de su cliente, el abogado de la defensa recordó al tribunal que los guardas podrían decidir castigar injustamente a la acusada, por haber revelado la verdad ante el tribunal.
En respuesta a esta queja, el tribunal lanzó una severa advertencia a los oficiales de prisiones para que nada adverso le ocurriese a la acusada, y diciendo a Ibitomi que si es tratada injustamente por los guardas, por haber descubierto la verdad, deberá confesárselo al tribunal en su próxima comparecencia.
(Daily Sun, Nigeria, 26-05-09)