Una ley islámica que dice que Egipto debe dar parte de la riqueza del petróleo y el gas al pueblo, ha aumentado la presión sobre el Gobierno, que ya se enfrenta al descontento popular cada día mayor, por los precios de la comida.
El Centro Islámico de Investigación de El Cairo, de la Universidad de Al Azhar, la más alta autoridad de la rama suní del Islám, ha emitido una fatua o edicto religioso que dice que es deber sagrado pagar el 20 % de los beneficios por el petróleo, el gas y las riquezas minerales, en forma de limosnas a los más pobres, conocida como zakat. La fatua se basa en la palabra del profeta Mahoma, que dice que un zakat del 20 % es obligatorio en todos los minerales, sólidos o líquidos.
Las limosnas es uno de los cinco pilares del Islam y por tanto son obligatorias para todos los musulmanes. Las exportaciones de gas y de petróleo de Egipto alcanzaron un valor de 10.100 millones de dólares en 2007, según cifras oficiales, y la previsión es que este año aumentará, ya que la pasada semana el precio del crudo batió el récord de 140 dólares por barril.
Basándose en las cifras de 2007, los pagos de limosnas que el Gobierno está obligado a pagar cada año, en teoría serían de alrededor de 2.000 millones de dólares.
Egipto, cuya constitución dice que la sharía islámica es la principal fuente de legislación, todavía no ha institucionalizado el zakat, cosa que sí han hecho otros países del golfo, como Arabia Saudí y Kuwait.
Con Egipto sacudido por las protestas por la rampante inflación, un profesor de la Al Azhar, asegura que el zakat es un “mecanismo efectivo para calmar los disturbios sociales y los sentimientos de odio en las comunidades pobres.
“La fatua hará que el Primer ministro Ahmed Nazif ordene enfadado al Ministro del Petróleo, Sameh Fahmi, que deje de emitir sus optimistas informes regulares sobre las perspectivas futuras del petróleo, el gas natural y la exploración de oro en Egipto”, asegura el periódico la ‘Gazette’, que añade, “Las compañías privadas de gas y petróleo que operan en el país deben estar mordiéndose las uñas de aprensión, también. Cualquiera que no cumpla la fatua, será deshonroso por haber incumplido las enseñanzas del Islam”, sentencia el medio de lengua inglesa.
A pesar de tener un 7 % de crecimiento oficial, Egipto sufre un rampante desempleo y el 40 % de su población vive con menos de un dólar al día.
La creciente inflación significa que el coste de la vida para un hogar medio ha subido un 50 % en 2008. En los últimos meses se han producido protestas contra la subida del coste de la vida y la reducción de los subsidios de productos de primera necesidad, como el pan.
El centro de Investigación Islámica de Osman, reconoce que va a ser muy difícil implementar esta fatua, “No tenemos poder ejecutivo, no podemos obligar al Estado a adoptar este decreto”.
(IOL, 16-06-08)