Una fábula sobre cómo los seres humanos aprendieron a caminar derechos es el cuento más traducido de la historia de África, según el grupo editorial que lo ha publicado. La fábula fue escrita por el galardonado veterano autor keniata Ngugi wa Thiongo, y publicada por el colectivo Panafricano Jalada Africa. Titulada: “The Upright Revolution: Or Why Humans Walk Upright”, ha sido, hasta ahora, traducida a 54 idiomas.
«Hemos preguntado a muchos agentes literarios y traductores, y no hay ninguna mención de una obra de ficción corta con mayor cantidad de traducciones», declaró Moisés Kilolo, jefe de redacción del colectivo.
Kilolo dice que la fábula tiene también el récord de ser, la pieza corta, independiente, de ficción más traducida en la historia. Este hecho es, no obstante, difícil de probar, dado que las bases de datos de las traducciones se centran en libros y no en cuentos o fábulas. El Index Translationum de la UNESCO, que fue creado en 1932 para registrar las obras traducidas, tiene información biográfica sobre los libros pero no sobre los cuentos.
«Sea o no la historia de Ngugi la más traducida de la historia nunca se podrá determinar”, declara el Comité de Traducción Americano. Numerosas fuentes consideran la Biblia como el libro más traducido de todos los tiempos. Los principales títulos traducidos, aunque no cuentos (historias cortas) son El Principito y Pinocho. “Things Fall Apart”, la novela del escritor nigeriano Chinua Achebe, se cree que es la novela africana más traducida.
Ngugi, como se le conoce habitualmente, escribió originalmente la historia en su lengua materna, el gikuyu y posteriormente la tradujo al inglés él mismo. La fábula narra la historia de cómo «los seres humanos solían caminar con las piernas y los brazos, al igual que el resto de criaturas de cuatro extremidades y como el resto de extremidades se pusieron celosas con su «perfecta coordinación» y comenzaron a conspirar en contra. La historia sigue el desarrollo de ese duelo, hasta que, todas las partes del cuerpo entran en una relación simbiótica para trabajar juntas, lo que desencadenó lo que él llama una «revolución en posición vertical».
Ngugi, de 78 años, decidió no escribir en inglés desde finales de 1970, pero a pesar de ello recibió numerosos premios por sus novelas y obras de teatro escritas en su idioma: gikuyu. Las opiniones del autor sobre la reactivación de lenguas africanas fue lo que atrajo a Jalada Africa a publicar esta fábula. Kilolo tiene la esperanza de animar a más personas en África a escribir en sus idiomas y traducir más.
«Quería una historia que pudiera ser leída por su propia belleza, y que pudiera ser contada en otros idiomas, en otras culturas, y aún conservara su propia magia», explicó Kilolo.
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