Un tribunal federal de apelación ha desestimado la petición del propietario de una farmacéutica sudanesa, cuya fábrica fue destruida por un ataque con misiles por parte de los Estados Unidos, en 1998, ordenada por el presidente de entonces, Bill Clinton.
Washington ha dicho que la fábrica de Industrias Farmacéuticas Al Shifaa, tiene relación con el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, y producía algunos químicos que podrían ser utilizados para elaborar el mortal gas nervioso VX. Altos cargos de los servicios de inteligencia de los Estados Unidos, afirman que las muestras recogidas del suelo de los alrededores de la fábrica, en una operación encubierta, prueban sus acusaciones.
Salah Idris, el propietario de la fábrica destruida, había pedido 50 millones de dólares en compensación al gobierno de Estados Unidos, por la destrucción de su fábrica durante el ataques estadounidense. El Tribunal Federal de Reclamaciones de EEUU desestimó el caso en 2003, diciendo que “el enemigo, objetivo de la fuerza militar, no tiene derecho a compensación por la destrucción de propiedad designada por el presidente como una propiedad del enemigo de guerra”.
La resolución del día 9 ha sido la respuesta a los abogados defensores del demandante que impugnaron la desestimación de sus acusaciones, alegando violación de las leyes de la nación de Sudán, y difamación. Los documentos del tribunal dicen que Idris ha abandonado cualquier solicitud de compensación monetaria, pero aún así pide una declaración en la que se reconozca que la no compensación del gobierno por la destrucción de la planta viola las leyes internacionales, una declaración que hicieron los funcionarios del gobierno sobre ellos era difamatoria, y la parte sudanesa pide que el gobierno se retracte de esas declaraciones.
El tribunal ha mantenido desde hace más de un año que un tribunal no es el foro apropiado para cuestionar decisiones de política exterior y seguridad nacional. Este tribunal ha desestimado el caso reafirmando que un tribunal judicial no puede revisar casos sobre cuestiones políticas. “El tribunal no puede evaluar los méritos de una decisión del presidente, de lanzar un ataque sobre un objetivo extranjero”.
El propietario de la planta farmacéutica niega ninguna relación con la producción de armas químicas o ninguna clase de conexión con Bin Laden y su red. Afirma que la fábrica destruida era la mayor productora de productos medicinales de Sudán.
El gobierno de Sudán ha dicho que la acción militar de los EEUU han provocado miles de muertes de civiles, a los que se les negó con la destrucción de la fábrica, el acceso a las medicinas que producía.
“Todas las justificaciones para el ataque presentadas por los Estados Unidos estaban basadas en premisas falsas, y fueron presentadas con un desprecio temerario a la verdad, basadas en investigaciones claramente incompletas y análisis irracionales no concluyentes de los servicios de inteligencia”, declaró el abogado de Idris.
Un miembro del partido en el gobierno de Sudán, el NCP, ha declarado que su país pide una disculpa oficial de los Estados Unidos, y el pago de compensación tanto a los propietarios de la fábrica como al gobierno. “El pueblo de Sudán todavía está muy enfadado por esta acción y esto no se olvidará, ni en esta generación ni en las venideras, porque será recordado en los anales de la historia del pueblo de Sudán y de todo el continente africano y del mundo árabe”, explicó.
(Sudan Tribune, 09-06-10)