Las Naciones Unidas han encubierto las acusaciones de que sus soldados en la República Democrática del Congo habían dado armas a las milicias, y traficado ilegalmente con el oro y el marfil del país, según un reportaje emitido por la cadena británica, BBC.
Las acusaciones, basadas en fuentes confidenciales de las Naciones Unidas, se vierten contra tropas de Pakistán y de India, que trabajan en el país del Centro de África, como fuerzas de mantenimiento de la paz.
La ONU investigó algunas de las acusaciones en 2007, pero declaró que no se podía corroborar ninguna de las acusaciones de tráfico de armas.
Fuentes internas de Naciones Unidas, han declarado a la BBC que se les ha impedido seguir con las investigaciones, por razones políticas.
La Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo, MONUC, es la más grande de las misiones destacadas por el organismo global, con 17.000 soldados repartidos por todo el país.
El periodistas de la BBC, Martin Plaut, que ha viajado a la República Democrática del Congo para proseguir con sus investigaciones iniciales, sobre estas acusaciones, asegura que la misión de la ONU ha logrado establecer cierto nivel de estabilidad desde que llegaron, en febrero de 2000. También han ayudado a desarmar a algunas de las facciones armadas en conflicto, y han ayudado a que se celebren las elecciones y en la reconstrucción del país. Pero, 18 meses de investigaciones para el programa “Panorama”, de la BBC, han conseguido pruebas de que:
– Cascos azules pakistaníes en la ciudad del este, Mongbwalu, estaban implicados en el tráfico ilegal de oro con la milicia FNI, dándoles armas para que vigilasen los perímetros de las minas.
– Cascos azules indios, destacados en los alrededores de Goma, han tenido tratos de diversa índole con una de las milicias responsables del genocidio de Ruanda, que ahora vive en el este del Congo.
– Los indios comerciaron con oro, importaron de contrabando drogas y realizaron vuelos con un helicóptero de Naciones Unidas hasta el parque nacional de Virunga, para intercambiar armas por marfil.
La ONU investigó las acusaciones referentes a las tropas pakistaníes, en 2007, tras la cual concluyó que un oficial había sido el responsable del contrabando de oro, permitiendo a los comerciantes que utilizasen el helicóptero de Naciones Unidas. Pero la ONU decidió que “en ausencia de pruebas que lo corroborasen”, sus investigadores, no podían probar las acusaciones de que los soldados pakistaníes abastecían de armas y munición a las milicias.
(African News Agency, 28-04-08)