Amenazado de expulsión, Honoré, un camerunés homosexual, se ha negado a embarcar en el avión por tercera vez, en Francia, tras lo cual ha sido trasladado a un centro de detención. El camerunés compareció el pasado día 24 de septiembre ante un tribunal de Bobigny, donde será juzgado por “negarse a embarcar”.
Al termino de su caso, cuya audiencia está prevista para el próximo 29 de octubre, Honoré se enfrenta a 3 años de cárcel y 5 de inadmisión en todo el territorio francés. Su abogada, Catherine Herrero, que ha logrado el aplazamiento hasta el 29 de octubre, pretende probar ante el tribunal que el rechazo del camerunés a embarcar en el avión está motivado por el hecho de que teme por su seguridad en Camerún, por su condición de homosexual.
Según la abogada, que ha insistido en recordar que la legislación de Camerún condena la homosexualidad con hasta 5 años de prisión, el artículo 3 de la Convención europea de los Derechos Humanos es perfectamente aplicable a su cliente. Este artículo estipula que nadie puede ser sometido a tratamiento inhumano o degradante, y enviar a Honoré de vuelta a Camerún, equivale a violar el artículo 3, puesto que le envían a un país donde su vida corre peligro, según la defensa del camerunés.
De hecho, Honoré ha declarado haber intentado siendo un niño entrar en los moldes de la sociedad de Camerún, donde las costumbres son muy intolerantes con los homosexuales. Tuvo que huir del país cuando se hizo público su romance con el hijo de una personalidad camerunesa, temiendo por su vida.
Hasta la vista del 29 de octubre, Honoré está bajo control judicial, pero en libertad en Francia.
(Bonaberi, Camerún, 24-09-10)