Uganda anunció el domingo 15 de enero que había detectado la gripe aviar entre las aves migratorias, sin especificar si se trataba de la cepa H5 particularmente virulenta detectada esta temporada en países de todo el mundo.
El Ministerio de Agricultura declaró que la gripe aviar se detectó en dos puntos, uno cerca de Entebbe, a orillas del lago Victoria, y otro en el Masaka, a unos 120 kilómetros al oeste de Kampala.
Cinco patos domésticos y una gallina en Masaka también fueron infectados, lo que llevó a las autoridades a pedir que todas las aves de corral se mantuvieran en el interior de los corrales para evitar el contagio adicional de las aves migratorias.
Christopher Kibazanga, ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, dijo el 2 de enero que las autoridades locales habían reportado la «muerte masiva de aves silvestres, vista por pescadores en la playa de Lutembe, a orillas del Lago Victoria».
Otro informe llegó el 13 de enero desde el distrito de Masaka, el reporte afirmaba que «la influenza aviar altamente patógena que afecta tanto a humanos como a animales y que causa un alto número de muertes en ambas especies». El ministerio dijo que el brote fue el primero en Uganda, pero no especificó cuál es la cepa de la gripe.
En 2016, 51 países declararon el brote de una de las virulentas cepas H5 y H7 de la gripe aviar, según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). Estos incluyen H5N1, H5N2, H5N5, H5N6, H5N9, H7N1, H7N3, H7N7 y H7N8.
Europa está luchando contra la propagación del H5N1, sacrificando millones de aves en las granjas y evitando su contacto con el exterior para evitar el contagio de la fauna infectada.
La cepa se puede transmitir a los seres humanos, y se considera responsable de la muerte de varios cientos de personas desde 2003.
News 24
(Traducción y edición: Marta de la Mata)
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