El entierro del recién fallecido portavoz del gobierno de Uganda, Jacob Oulanyah, ha provocado un candente debate en el seno del gobierno, especialmente entre representantes de los grupos étnicos acholi y lango. La disputa se centra en la fe, el ritual a seguir durante el acto de la sepultura.

La facción acholi ha propuesto ante el parlamento que el entierro de Oulanyah se lleve a cabo de acuerdo con la tradición acholi. Las demandas acholi se fundamentan en los rumores que circulan por el país acerca del envenenamiento del portavoz como causa de su muerte.

Según la tradición acholi, distintos rituales han de llevarse a cabo dependiendo de la razón por la que ha fallecido la persona, incluyendo una versión específica para casos de envenenamiento. Un factor fundamental por el que las personas acholis pujan por este ritual, es cómo, tras el procedimiento del entierro, se cree que la persona culpable de la muerte confesará y se obtendrá justicia.

Por otro lado, el debate en el parlamento cuenta con la postura del clan okarowok, del grupo étnico lango, al cual pertenecía Oulanyah. Milton Omara, jefe del clan en el cual profesaba su fe el portavoz y, además, tío del difunto, es el principal defensor del ritual okarowok para el entierro de su sobrino. “Como familia, sabemos que debemos enterrarle como de costumbre, sin realizar ningún rito”, afirmó Omara.

Si bien el gobierno no ha emitido un comunicado oficial con la resolución de la disputa, investigaciones de Monitor Uganda afirman cómo Milly Babalanda, ministra de la presidencia y encargada de la organización del funeral de Oulanyah, está trabajando estrechamente con la jefatura acholi en lo referente a los planes de la sepultura.

Fuente: Monitor - Tobbias Jolly Owiny, Imagen (ritual Acholi): Wikimedia - Tabwoch

[Traducción y edición, Araceli Guerrero García]

[CIDAF-UCM]

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