De acuerdo con los últimos estudios del Instituto Nacional de Estadística de Tanzania (NBS, por sus siglas en inglés), el país está experimentando un cambio en el paradigma económico. La razón principal se encuentra en la diversificación de las actividades económicas, dejando de lado el monopolio de la agricultura sobre el mercado laboral.

En el último año, el sector servicios tanzano ha experimentado un incremento del 12 % respecto a la cantidad de gente empleada. Asimismo, las industrias manufactureras han aumentado su producción en un 2 % y el desempleo general ha experimentado una caída de casi un punto y medio. Según los analistas del NBS, estos datos son una buena señal, pues indican cómo el sector agrícola está experimentando mejoras en su productividad, pues se demanda menos mano de obra. La expansión en progreso de Tanzania viene apoyada, además, por la caída de la influencia de la agricultura en el PIB en favor de otras industrias.

No obstante, analistas de la Universidad de Zanzíbar advierten del peligro que conlleva un cambio en el sistema económico cuando éste no viene acompañado de las modificaciones estructurales pertinentes. Así, el profesor Semboja Haji ha recordado la necesidad de implementar políticas públicas, leyes y regulaciones que protejan no sólo a las nuevas y florecientes empresas, sino a las personas que en ellas trabajan.

En esta línea, un factor que explica este giro hacia nuevos sectores ha sido la voluntad del gobierno de invertir en áreas como educación y sanidad, lo que ha potenciado la creación de empleos. Las predicciones indican cómo, a medida que otros sectores, como las telecomunicaciones, reciban más financiación y continúen expandiéndose, más gente buscará un cambio en la orientación profesional.

Sin embargo, este cambio de paradigma económico no ha llegado libre de riesgos. El éxodo masivo de un sector con producción económica estable, como lo ha sido hasta ahora la agricultura, ha provocado que suenen las alarmas entre la población más tradicional de este campo. Considerando el sector de la industria como un “sector de dinero móvil”, los agricultores expresan su preocupación acerca de la fragilidad de este nuevo sistema con respecto a la situación previa.

Además, no todas las zonas rurales pueden costearse las nuevas tecnologías agrícolas, por lo que están vendiendo las tierras a personas el ámbito urbano que no las emplean para la producción de cultivos. Así, varios analistas dudan que el ritmo al que se están perdiendo tierras dedicadas al sector primario esté siendo alcanzado por los avances tecnológicos de incremento de la producción, así como el crecimiento del sector de los servicios.

Fuente: The Citizen - Rosemary Mirondo

[Traducción y edición, Araceli Guerrero García]

[CIDAF-UCM]

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