¿Qué la ha llevado al poder?
No ha sido elegida, sino que siendo vicepresidenta de Tanzania ha remplazado al presidente difunto. Tuvo la tarea de anunciar a los tanzanos que el presidente John Magufuli había muerto y poco después Samia Suluhu Hassan ocupaba su puesto como jefe de Estado del país.
¿Cuándo fue elegida vicepresidenta?
Fue elegida por primera vez en combinación con el candidato a la presidencia, Magufuli, en 2015. El anterior presidente destacó por su negacionismo de la covid-19, su autoritarismo y algunas otras actitudes polémicas. El año pasado fue reelegida junto con él y, tras su muerte, de acuerdo con la constitución, debe cumplir el resto del mandato de cinco años como presidenta. Su elección como vicepresidenta fue una sorpresa, superando a varios otros políticos más prominentes dentro del partido Chama Cha Mapinduzi, un partido socialdemócrata fundado por el primer presidente de Tanzania, Julius Nyerere; partido que ha estado en el poder desde la independencia en 1961.
¿Qué clase de persona es la nueva presidenta?
Suluhu Hassan, de 61 años, es conocida cariñosamente como Mama Samia, título que en la cultura Tanzana refleja el respeto que la gente siente por ella. Nació en enero de 1960 en Zanzíbar, las islas semiautónomas frente a la costa de la parte continental de Tanzania. Posteriormente pasó a estudiar administración pública, primero en Tanzania y luego como posgrado en la Universidad de Manchester del Reino Unido. En 1978, se casó con Hafidh Ameir, quien es conocido por ser un académico agrícola. Tienen cuatro hijos, uno de los cuales es miembro de la Cámara de Representantes de Zanzíbar.
¿Cuál ha sido su carrera política?
Elegida por primera vez para un cargo público en 2000, saltó a la fama nacional en 2014 como vicepresidenta de la Asamblea Constituyente, creada para redactar una nueva constitución. Su comportamiento tranquilo en el manejo de brotes ocasionales de pandemonio y la forma en que lidiaba con algunos de los miembros le valieron elogios.
Un diputado la llamó «la política más subestimada de Tanzania»:
«He observado de cerca su ética de trabajo, su toma de decisiones y su temperamento. Es una líder muy capaz«.
No cabía duda de que era leal al presidente, pero no tenía miedo de actuar por su cuenta. Quizás la evidencia más significativa de eso fue en 2017 cuando visitó al líder de la oposición, Tundu Lissu, en un hospital en la capital de Kenia, Nairobi, después de que sobreviviera a un intento de asesinato, con la gente especulando sobre la participación de agentes estatales en dicho intento.
¿Hay cambios en comparación con el presidente fallecido?
En términos de personalidad contrasta con Magufuli. Donde él parecía impulsivo, sin miedo a hablar de improviso y dejar que se conocieran sus sentimientos, ella es más reflexiva y considerada. También se dice que sabe escuchar y cree en seguir los procedimientos correctos. Una de sus primeras decisiones fue actuar contra la covid-19 frente al negacionismo de su predecesor.
Bartolomé Burgos
[Fudación Sur]