Las manifestaciones contra un tercer mandato del presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, se reanudarán hoy en el país, según anunció el presidente del Foro por la Organización de la Sociedad Civil, Vital Nshimirimana.
«Pedimos a la comunidad internacional que siga de cerca la situación en Burundi para detener la dura represalia contra los manifestantes, activistas de la sociedad civil y líderes de la oposición», dijo el abogado Nshimirimana en un comunicado.
Hasta el intento de golpe de Estado del pasado día 13, Bujumbura fue escenario de fuertes protestas luego que el Consejo Nacional de Defensa de la Democracia Fuerzas de Defensa de la Democracia (CNDD-FDD), partido de gobierno, nominó a Nkurunziza a otro período en el poder, acción que muchos califican de inconstitucional.
El CNDD-FDD argumenta que en el primer mandato la designación del jefe de Estado no fue mediante elecciones, sino por determinación de la Asamblea Nacional, y por lo tanto no se debe tener en cuenta.
Las presidenciales están programadas para el próximo 26 de junio y entre los que se oponen a una tercera etapa de Nkurunziza, de la etnia hutu, se registran miembros de su formación política, parlamentarios, el clero, grupos de estudiantes y la sociedad civil.
Desde que afloró el descontento, el pasado 26 de abril, 19 manifestantes han fallecido y más de 200 resultaron heridos durante disturbios, asegura la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
La Oficina de Prensa de la Presidencia insinuó este domingo que las justas podrían aplazarse unas jornadas: ocurrió en 2005, ocurrió en 2010. ¿Por qué no ocurriría en 2015 si la Comisión Electoral considera que se pueden aplazar en dos o tres días, o una semana?, indicó.
Burundi aún este lunes sigue sin recuperarse de las secuelas del fatídico 13 de mayo cuando el promotor de un complot, el general Godefroid Nyombare, en una declaración radiada, anunció que las masas decidieron tomar en sus propias manos el destino de la nación.
Durante su arenga dio por hecho que Nkurunziza fue retirado de sus deberes. El gobierno ha sido derrocado, recalcó.
Sin embargo, la Presidencia desmintió después la maquinación y afirmó que «ha sido un intento fallido de golpe de Estado… la situación está controlada».
Por el momento 17 oficiales, en manos de los servicios de inteligencia, declararon ante la Fiscalía General para responder por su presunta participación en la intentona golpista contra el mandatario.
Prensa Latina – (Fundación Sur)
