La Compañía de Energía Eléctrica de Togo (Ceet) ha dado la voz de alarma debido a la escasez de fluido que puede distribuir a la población. La razón de esta inanición energética hay que buscarla en los proveedores tradicionales del país, Ghana y Nigeria, que ya no son capaces de proporcionar el volumen requerido puntualmente.
«Desde el domingo 24 de mayo ya no recibimos nada de Nigeria, y en cuanto a Ghana, solo ofrece el 40% de lo que necesitamos», ha manifestado Gnandé Djétéli, gerente de Ceet.
La situación provoca numerosos cortes de energía a diario, incluso si todos los recursos nacionales disponibles están a máximo rendimiento, incluyendo la central térmica de Lomé, la capital togolesa, que funciona a plena marcha con combustible pesado y diesel, una opción solo para ser utilizada durante una emergencia porque acarrea un coste económico muy alto.
Hasta la fecha, la Ceet ha compartido la distribución eléctrica ofrecida por Ghana y Nigeria con Benín a través de la CEB.
En cualquier caso, la producción nacional togolesa, que actualmente es de 119 megavatios, apenas cubre la tercera parte del consumo doméstico para los 7 millones de habitantes que conforman el país.
Ceet anuncia que establecerá un plan urgente de distribución que tendrá en cuenta el déficit existente para poder servir mejor y de la forma más proporcional posible a empresas y particulares.
Las vecinas Benín y Togo están flanqueadas geográficamente a uno y otro lado por Ghana y Nigeria, ambos productores de petróleo, sobre todo la segunda, que ocupa el primer puesto en extracción de hidrocarburos de África Subsahariana.
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