La Comisión Electoral Independiente de Nigeria ha declarado que está preparada para las elecciones presidenciales, del día 16 de abril, según declaró el presidente de la Comisión, Attahiru Jega.
Este anuncio ha puesto fin a las dudas sobre la posibilidad de que las elecciones presidenciales sufrieran el retraso que sufrieron las de la Asamblea Nacional, que finalmente se llevaron a cabo, aunque algunas zonas no pudieron votar debido a problemas logísticos.
Jega declaró que la Agencia había dispuesto todos los preparativos en una reunión con los comisarios electorales de todos los estados del país, que duró más de seis horas, y en la que se revisó la actuación de la CENI en los comicios de la Asamblea Nacional.
“Hemos tomado las medidas necesarias, ahora lo que nos queda es pedir a todos los nigerianos que acudan a votar en masa, para ejercer su derechos democrático, y que lo hagan de forma ordenada y pacífica”, añadió.
Jega advirtió que no se tolerarían las malas prácticas electorales y emitió órdenes al personal de seguridad de arrestar a cualquiera que intente burlar el proceso electoral.
Retraso en la llegada del material electoral
El jefe de la CENI señaló algunos de los problemas con los que se ha encontrado su comisión al llevar a cabo la votación de la Asamblea Nacional, como el retraso en la llegada de los materiales electorales a algunos colegios electorales, nombres que faltaban de las listas del registro electoral y el control de las multitudes.
En algunos colegios electorales, cayó la noche antes de que se hubiera podido terminar de votar y no había ninguna otra fuente de iluminación. Pero sobre todo, los comisarios electorales confirmaron que las previas votaciones se llevaron a cabo con éxito. “Aunque todavía se puede mejorar, y debemos seguir trabajando”, señaló Jega.
La mayoría de los observadores dieron el visto bueno a las elecciones de la Asamblea Nacional, aunque la oposición planteó sus reservas.
En las elecciones del día 16 se enfrentan el actual presidente, Jonathan Goodluck, del Partido Democrático del Pueblo, PDP, contra diversos rivales, entre los cuales lo más destacados son el ex presidente mayor general Muhammadu Buhari, del Congreso para el Cambio Democrático, CPC, y Mallan Nuhu Ribadu, ex jefe de la Agencia Anticorrupción nacional, del Congreso para la Acción de Nigeria, ACN.
El presidente Jonathan, un cristiano del sur, llegó al poder desde la vicepresidencia hace un año, después de la muerte del presidente Umaru Yar’Adua, musulmán del norte, tras una larga enfermedad.
Esta “suerte” es lo que ha causado malestar en el norte, donde sienten que el cambio entre Norte y sur, cristiano musulmán, que rige el gobierno del país, les ha llegado antes de tiempo. Según una ley no escrita, se supone que la presidencia en Nigeria ha de rotar entre el norte musulmán y el sur cristiano, con un vicepresidente de la parte contraria. Al morir el presidente musulmán a mitad del mandato, y ascender a la presidencia el vicepresidente del sur, en el norte algunos consideran que el sur ya ha pasado su turno.
(Daily Nation, Kenia, 15-04-11)