Tanzania ha negado enérgicamente las acusaciones vertidas por la ONU de que ha canalizado armas a los rebeldes hutu ruandeses en la República Democrática del Congo.
“Simplemente no es verdad. Es una rotunda y maliciosa mentira tramada con la malvada intención de enturbiar el buen nombre de Tanzania y de nuestro gobierno”, declaró en ministro de Exteriores de Tanzania, Bernard Membe en un comunicado emitido el día 28 de noviembre por la tarde.
“Tanzania nunca se ha implicado ni lo hará jamás en causas tan despreciables, temerarias y miserables como el tráfico de armas que fomenta conflictos violentos contra países vecinos y amigos como son Ruanda y la República Democrática del Congo”, añade el comunicado.
Membe, que asistió a la cumbre de la Commonwealth celebrada en Trinidad y Tobago, también pidió una disculpa formal de la ONU, ya que las acusaciones están incluidas en un informe del Consejo de Seguridad de la ONU.
El ministro tanzano dijo que esas acusaciones se basan en “declaraciones de segunda mano, habladurías, suposiciones exageradas y extrapolaciones forzadas”.
En el informe, que todavía no ha sido publicado pero que ha sido puesto a disposición de los medios, los investigadores aseguran que los intentos de los ejércitos congoleño, ruandés y de las fuerzas de la ONU en la RDC, la MONUC, para desarmar a los rebeldes hutu del este de la RDC no han tenido éxito y que es necesaria una acción global para cortar los fondos que reciben los rebeldes.
Comercio internacional corrupto
“Este informe concluye que las operaciones militares contra el FDLR han fracasado en su intento de desmantelar las estructuras militar y política de la organización sobre el territorio del este de la RDC”, detalla el informe de 93 páginas.
El informe alega que el FDLR recluta y arma a sus combatientes utilizando los beneficios del comercio ilegal internacional de minerales, y pide a la comunidad internacional que aumente los esfuerzos para cortar los fondos que reciben los rebeldes.
La milicia surgió en los campos de refugiados del este de la República Democrática del Congo, en los que se acoge principalmente a hutus que huyeron de Ruanda tras el genocidio de 1994.
El documento se basa en investigaciones sobre el terreno del este del Congo, durante más de seis meses, llevadas a cabo por un equipo de cinco expertos, enviados por el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon.
El informe fue presentado ante el presidente del Comité del Consejo de Seguridad el pasado 9 de septiembre, pero no se sabe cuándo se hará público.
(News24, 30-11-09)
