El comité técnico encargado de volver a trazar la frontera entre Sudán y Etiopía declaró que concluirá su labor sobre el terreno durante este año.
En noviembre de 2014, el primer ministro de Etiopía, Haile Mariam Desalegne, y el presidente de Sudán, Omar al-Bashir, pidieron a sus ministros de Asuntos Exteriores que establecieran una fecha para la reanudación de la demarcación de las fronteras después de haberse detenido éstas a raíz de la muerte del ex primer ministro de Etiopía, Meles Zenawi. El jefe de la comisión técnica Abdalla al-Sadig comunicó al Sudán Media Center (SMC) que la demarcación de la frontera entre Sudán y Etiopía no se enfrenta a ningún problema. Señaló que la longitud de la frontera con Etiopía es de unos 725 kilometros, asegurando que el proceso de demarcación se está realizando correctamente.
Los agricultores a ambos lados de la frontera entre Sudán y Etiopía se disputan la propiedad de la tierra en la zona de Al-Fashaga situada en la parte sur-oriental del estado oriental de Sudán, Gedaref. Al-Fashaga cubre un área de unos 250 kilómetros cuadrados y cuenta con cerca de 600.000 acres de tierras fértiles. También hay ríos que fluyen a través de la zona, como los ríos Atbara, Setait y Baslam.
El sábado, el ministro de Asuntos Exteriores de Sudán, Ibrahim Ghandour, declaró a la televisión Al Jazeera, con sede en Qatar, que Sudán y Etiopía están trabajando juntos para frenar las actividades de las bandas etíopes en territorio sudanés. Hizo hincapié en que Al-Fashaga es un territorio sudanés, y que el gobierno permitió a los agricultores de Etiopía cultivar esas tierras como parte de la cooperación entre los dos países. «Sin embargo, Etiopía se compromete y reconoce que Al-Fashaga es un territorio sudanés».
Ghandour aconsejó reuniones conjuntas entre los dos países, en el ámbito presidencial, para discutir los temas de fronteras: los estados de Gadarif y el Nilo Azul de Sudán en la Región Fronteriza Etíope de Amhara. Las fronteras entre Sudán y Etiopía fueron marcadas por los colonizadores británicos e italianos en 1908.
Los dos gobiernos acordaron en el pasado volver a dibujar las fronteras y promover proyectos conjuntos entre las poblaciones de ambos lados para el beneficio de la población local.
Sin embargo, la oposición de Etiopía acusa al partido en el poder de abandonar territorios de Etiopía a Sudán.
Disputa sobre Balaye
En cuanto a la disputa con Egipto sobre el triángulo de Balaye triángulo, al-Sadig dijo que Jartum tiene documentos que prueban claramente que la zona es territorio sudanés. Señaló que Sudán no ha participado en las reuniones con el lado egipcio de Balaye, diciendo que el asunto podría ser sometido a arbitraje internacional como fue el caso de la disputa entre Egipto e Israel en el área de Taba.
«No nos oponemos a un arbitraje internacional para resolver el problema en particular ya que Sudán tiene mapas y documentos jurídicos e históricos que demuestren que Balaye y Salteen son parte del territorio sudanés», afirmó.
El triángulo de Halayeb tiene vistas al mar Rojo y ha sido un tema polémico entre Egipto y Sudán desde 1958, poco después de que Sudán se independizara del dominio británico-egipcio.
La zona fronteriza impugnada ha estado bajo administración, de facto, de Egipto desde mediados de la década de 1990, pero ambos países han competido por su control durante más de un siglo.
Egipto dejó de lado los reiterados llamamientos de Sudán por llevar la disputa a un arbitraje internacional. A principios de este mes, el ministro de Asuntos Exteriores de Sudán, Ibrahim Ghandour, comentó a un grupo de políticos de Egipto, en El Cairo, que la disputa sobre el área de Halayeb no se puede resolver sino a través del diálogo o remitiendo el caso a las instituciones internacionales interesadas.
Sudantribune.com
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