La causa principal del empobrecimiento de la inmensa mayoría de la ciudadanía, en África y en otros continentes, no es la escasez de recursos, ni el aumento de la población, ni siquiera los desastres naturales, sino la mala gestión de líderes sin integridad personal y profesional.
La seria crisis de valores humanos y sociales en la mayoría de nuestros líderes, es una manifestación de la sociedad misma y de la pobre calidad de la educación impartida en los sistemas educativos actuales.
La falta de acogida e integración de las minorías inmigrantes en occidente, la incapacidad de diálogo y aprecio de los que son diferentes, junto con el sistema económico injusto y excluyente para la gran mayoría, dan como resultado una sociedad empobrecida, poco solidaria y violenta.
Donde hay profesores bien pagados y motivados, con un presupuesto de educación adecuado y con los medios educativos requeridos, se consigue buena calidad de educación, como ocurre en muchos centros educativos de Johannesburgo, El Cairo, Nairobi, Nairobi, Kinshasa o Abiyán.
En muchos países como la RDC, Uganda, etc. se habla de la educación gratuita, pero en realidad los padres deben pagar a los profesores que deberían cobrar del gobierno. A nivel educación, el cumplimiento de los ODM está en punto de partida.
La principal dificultad de nuevo es la mala gestión de los recursos del país, que con demasiada frecuencia, solo benefician a una minoría de súper ricos.
En muchos países africanos, constatamos como la guerra y la violencia hacen imposible todo tipo de educación. La clave es que los gobiernos sean íntegros y responsables.
Y para ello necesitamos que la sociedad promueva activamente los valores humanos auténticos, la responsabilidad y la transparencia entre sus líderes e instituciones.
La clave reside siempre en la voluntad y compromiso popular.
África Fundación Sur