Senegal vive una situación energética caracterizada por “una crisis”, ha afirmado el miércoles en Dakar el primer ministro, Abdoul Mbaye, deplorando además el desequilibrio en el acceso a la energía entre los pueblos y las ciudades.
“En Senegal, la situación energética es de crisis, marcada por la baja producción y los cortes recurrentes. Esta situación es debida a la utilización masiva de biomasas y a una dependencia de los hidrocarburos. Dando por resultado un acceso a la energía muy limitado”, ha indicado Mbayane, en la inauguración de un coloquio de tres días de duración, sobre “Los desafíos de Senegal, para un acceso universal a la energía, balance y perspectivas”, organizado por la Asociación de diplomados en la Escuela Politécnica de Thiès, ADEPT.
El primer ministro senegalés también deploró el desequilibrio entre las zonas urbanas y las rurales, en materia de acceso a la energía. Así, ha remarcado, que el nivel nacional de electrificación es del 54% con disparidades entre las ciudades, donde la electrificación es del 90.1%, y los pueblos, que se benefician solamente del 23.8%, a pesar de las subvenciones para este sector, estimadas en 120 millones de francos CFA [unos 180.000 euros], en 2012, más que el presupuesto para Sanidad, y tanto como el del ministerio de Agricultura”.
Según él, su gobierno quiere invertir la tendencia, y promover una perfecta disponibilidad de energía, con la diversificación de fuentes combinado con precios asequibles y desarrollo de energías renovables.
“Senegal está fuertemente comprometido con cerrar la brecha de infraestructuras energéticas en todo el territorio nacional. Nuestra ambición es alcanzar de aquí a 2017, un nivel nacional de electrificación del 70%, el 80% en las zonas urbanas y el 50% en las rurales. También queremos una tasa de penetración del 15% de energías renovables, de aquí a 2025. Esto se logrará con la implicación del sector privado”, explicó el jefe de gobierno senegalés.
Por otra parte, anunció la próxima creación de un laboratorio de control de productos derivados del petróleo, por el que tendrán que pasar obligatoriamente los productos petroleros de importación y los fabricados en Senegal, antes del consumo”.
(Agende de Presse Africaine, 17-10-12)