El presidente francés Nicolas Sarkozy ha tenido un desayuno de trabajo con los jefes de estado africanos, invitados de honor de las fiestas del 14 de julio, fiesta nacional de Francia.
Durante dicho almuerzo se habló de cuestiones de cooperación, entre Sarkozy y sus invitados, que también estuvieron en la cumbre Francia – África, de Niza. Esta reunión, que ha sido descrita como una mini cumbre “familiar” por el antiguo ministro Jacques Toubon, se celebra en consonancia con la celebración del cincuentenario de las independencias de 14 antiguas colonias francesas.
Los invitados a esta reunión son los presidentes de Benín, Bony Yayi; de Burkina Faso, Blaise Compaore; de Camerún, Paul Biya; de la República Centroafricana, François Bozizé; de Congo Brazzaville, Denis Sassou Nguesso; de Gabón, Ali Bongo; de Mali, Amadou Toumani Touré; de Mauritania, Ould Abdel Aziz; de Níger, el militar golpista, presidente interino, Salou Djibo; el de Senegal, Abdoulaye Wade; de Chad, Idriss Deby y de Togo, Faure Gnassingbe. Además estaba invitado el presidente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, que rechazó la invitación y tampoco asistió el presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, que no fue invitado por no estar reconocido su gobierno, impuesto por un golpe de Estado, pero el ejército malgache sí participará en el desfile de los Campos Elíseos, el día 14 de julio.
Oficialmente, sólo Laurent Gbagbo ha declinado la invitación de su homólogo francés, por lo que el ejército de Costa de Marfil será el único de los estados ex colonias africanas que no participará en los desfiles del 14 de julio.
Varias asociaciones han previsto manifestaciones para protestar contra esto que las ONG consideran que con esto “Francia apoya a los dictadores que viven impunemente con relaciones neocolonialistas, en detrimento del desarrollo de sus países y del bienestar de sus poblaciones”.
(Agence de Presse Africaine, 13-07-10)