Numerosas organizaciones de derechos humanos y no gubernamentales han convocado una manifestación para mañana, frente al Centro de Internamiento de Extranjeros, CIE, de Aluche, para protestar por el trato inhumano que se les da a las personas allí internadas y para pedir el cierre de este tipo de centros. La marcha está convocada para el sábado 12, a las 18.00 horas, en el metro de Aluche, desde donde se dirigirá hasta el Centro de Internamiento, al grito de “Cerremos nuestros Guantánamo”, “No a los Centros de Internamiento de Extranjeros”, “Ninguna persona es ilegal”.
La protesta comenzó cuando un grupo de migrantes internados en el CIE de Aluche se pusieron en huelga de hambre para protestar por el trato que reciben. Miembros de la red Ferrocarril Transfronterizo Clandestino y de la Oficina de Derechos Sociales Patio Maravillas contactaron telefónicamente con algunos de los internos y los testimonios eran escalofriantes: Palizas, castigos, falta de atención médica, humillaciones y amenazas. Los extranjeros detenidos en Aluche denuncian que se les trata como a delincuentes, cuando su único delito es ser extranjeros.
Esta no es la primera denuncia, ni el primer escándalo de atropello de los derechos humanos en los centros CIE’s. Ya se han producido denuncias similares, o incluso peores, en otros CIE’s de Canarias, Barcelona, Valencia y Algeciras. En Málaga incluso se descubrió una red de esclavitud sexual, articulada por los propios policías encargados de velar por la seguridad de los internos, pero éstos nunca han sido condenados. Hay que recordar que los migrantes permanecen en estos centros un máximo de 40 días, aunque ahora la Directiva Europea pretende ampliar este plazo a 18 meses.
Las organizaciones de defensa de los derechos humanos denuncian que estos centros son un limbo legal, donde el estricto régimen de visitas, impide constatar los hechos de abusos. Se prohíbe prácticamente el contacto directo y a solas con los internos y esto lleva a una situación intolerable de “desamparo y arbitrariedad”. Estas organizaciones vienen tiempo denunciando la criminalización intencionada del fenómeno migratorio, por parte de las instituciones políticas en toda Europa.
Las ONG desmienten las declaraciones del Sindicato de Policía.
Durante esta semana, diversos medios de comunicación se han hecho eco del comienzo de la huelga de hambre por parte de algunos detenidos en el CIE de Aluche, a la que se sumaron las mujeres del centro. Ante el interés de los periodistas, los policías despreciaron la labor de las dos organizaciones que apoyan la protesta desde un principio, asegurando que otras ONG de renombre como “Cruz Roja, CEAR o Karibu, acuden diariamente al centro a desarrollar sus funciones y ninguna ha denunciado este tipo de comportamientos”. Las respuestas a estas declaraciones no se han hecho esperar. La Comisión Española de Ayuda al refugiado, CEAR, publicó el mismo día en que aparecieron las declaraciones de la policía, un desmentido oficial en el que asegura que “CEAR no desarrolla labores sociales en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche (…) y no lleva a cabo ningún tipo de atención en su interior” y va más allá diciendo que “considera que debe garantizarse la transparencia en la gestión de los CIE’s y expresa su preocupación por las denuncias que se están realizando”.
Por su parte Karibu, se puso en contacto con el CEP para verificar si la policía oficialmente se reafirmaba en estas declaraciones, pero al no haber obtenido respuesta hasta el momento, también han publicado un manifiesto para desmentirlo. “La Asociación Karibu desmiente totalmente dicha declaración, ya que nunca se ha hecho presente en ese centro y nunca ha obtenido autorización para hacerlo”, afirman los Amigos del Pueblo Africano en Madrid y añaden que “sería conveniente y necesario que el centro fuera más abierto a las Asociaciones para poder contactar con los internos, apoyarles y colaborar con la administración para hacer más humana la estancia de los inmigrantes. Ello haría más transparente la vida de dichos centros”.
Los representantes del sindicato de la policía la Confederación Española de Policía, CEP, declararon que no había ninguna huelga de hambre, que hubo un intento de motín el día 7 por la noche, pero que finalmente los internos accedieron a subir a sus dormitorios y que todos desayunaron al día siguiente. Pero sin embargo, la portavoz del Ferrocarril clandestino, Inés Llinas, declara que al menos 30 de los 80 hombres que iniciaron la huelga el lunes, siguen negándose a ingerir alimentos. “Aunque acuden al comedor en las horas de las comidas, no comen nada, sólo lo hacen porque se les ha dicho que se les dará una paliza si no van”.
(FunSur. África, 11-04-08)
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